CELEBREMOS REALIDADES...
Lo fundamental para el católico debe ser que nace nuestro Redentor y no la "llegada" de un espurio personaje que falsifica al santo católico Nicolás de Bari. ¿Cómo decorar la casa con el Santa Claus cocacolero y no poner el nacimiento con la figura que representa al Niño que trae la Buena Nueva? ¿Cómo hacer una cena familiar sin rezarle ni cantarle al hermoso Niño que nace esa noche, al personje principal, a Dios hecho hombre que llega en la más grande pobreza y de la manera más humilde para venir a salvarnos? Están muy bien la cena, los abrazos, el afecto, los brindis, los regalos, etc., siempre que el Festejado sea el centro de esta Noche Buena, siempre que no olvidemos dar el lugar principal y el mejor momento a la adoración y al arrullo del Niñito Dios. Cantémosle villancicos, recémosle, prometámosle ser mejores, arrullemos y adoremos en familia a este Niño que nos ha nacido para abrir la entrada de la salvación eterna a todos aquellos que deseen seguirle realmente. Vivamos una verdadera noche cristiana, llena de genuina paz y amor fraternal.
Digámoslo con humor: