- Debemos acudir considerando que la Santa Misa es el mismo e idéntico sacrificio del Calvario, celebrado de manera incruenta (sin derramamiento de sangre), para aplicar su virtud salvadora a la remisión de nuestros pecados. No es una simple conmemoración de la pasión y muerte de N. S. Jesucristo sino que es un sacrificio propio y verdadero. Nuestro comportamiento debe ser acorde con esta realidad, meditando la santidad del misterio que presenciamos. Tantos abusos litúrgicos que hoy se estilan denotan falta de fe y comprensión de que la Misa es un verdadero sacrificio propiciatorio.
Temas relacionados (haz clic):