El papa Francisco tiene la intención de participar en una ceremonia conjunta entre la Iglesia Católica y la Federación Luterana Mundial, el 31 de octubre de 2016, para conmemorar el 500° aniversario de la Reforma (fecha en la que se celebra el discutible -y para muchos mítico- hecho de que el ex sacerdote católico Martín Lutero clavó sus 95 tesis contra la Iglesia Católica) en la puerta de la Iglesia de Todos los Santos en Wittenberg.
El cardenal Kurt Koch, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos quien en el año 2012 había dicho que en relación a la Reforma no había nada que celebrar, pues«no podemos celebrar un pecado» y en el año2014volvió a insistir en la misma verdad, ahora se adecua a los nuevos tiempos y afirma:«Concentrándonos en la centralidad de la cuestión de Dios y en un enfoque cristocéntrico, los luteranos y los católicos podremos celebrar una conmemoración ecuménica de la reforma, no simplemente pragmática, sino con un profundo sentido de la fe en Cristo crucificado y resucitado».
Mientras la Iglesia Católica fue fundada por Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, en el año 33 de nuestra era, el día de Pentecostés (Mateo 16,18-19 y Hechos 2), las falsas religiones que se desgajaron de Ella mediante el cisma y la herejía, fueron sectas creadas por el hombre. Tal es es el caso del herético monje alemán que murió aborreciendo a la Iglesia de la que se separó y arrastró a muchas almas en su caída al crear su propia secta, de la que se desprenderían después, a su vez, muchas más (pues el error es múltiple y la Verdad es UNA y única).
En 1883 la beata Sor María Serafina Micheli (1849-1911) mientras oraba, se le apareció el Ángel de la Guarda y le dijo: “Yo quiero que veas el lugar donde Martín Lutero está condenado y la pena que paga en castigo de su orgullo”(ver aquí). Entonces tuvo la visión de un horrible abismo de fuego, en el cual era atormentado Lutero. Como en Sajonia se celebraba el cuarto centenario del nacimiento del heresiarca (10 noviembre de 1483), la religiosa meditaba que si las personas que participaban en la fiesta vieran esta escena dramática, ciertamente no rendirían honores, ni memoria, ni conmemoraciones ni celebraciones a tan funesto personaje. Estaba convencida firmemente que Martín Lutero estaba condenado en el infierno sobre todo por el primer pecado capital: LA SOBERBIA. El orgullo lo hizo caer en pecado mortal, y lo condujo a la rebelión abierta contra la Iglesia Católica. Su conducta, sus herejías y su posición para con la Iglesia fueron determinantes para engañar y conducir a muchas almas superficiales e incautas a la perdición eterna.
Por su parte, el padre Stefano Manelli -fundador de los Franciscanos de la Inmaculada- ha recordado -en Il Settimanale di Padre Pio del 20 de Enero de 2013, p.1- que lo mismo señalaba el Padre Pío sobre la condenación eterna de Martín Lutero. Explicó que el P. Pío advertía que aquellos que creen poder comunicarse directamente con Dios -como Lutero-, también están en camino al infierno. El final de Lutero fue horrible y angustioso, escribió el P. Manelli, y señaló -fundamentándose en lo dicho por el padre Pío- que quienes lo siguen se arriesgan a ir al infierno como Lutero, por no escuchar las enseñanzas de la Iglesia Católica.
El cardenal Kurt Koch, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos quien en el año 2012 había dicho que en relación a la Reforma no había nada que celebrar, pues«no podemos celebrar un pecado» y en el año2014volvió a insistir en la misma verdad, ahora se adecua a los nuevos tiempos y afirma:«Concentrándonos en la centralidad de la cuestión de Dios y en un enfoque cristocéntrico, los luteranos y los católicos podremos celebrar una conmemoración ecuménica de la reforma, no simplemente pragmática, sino con un profundo sentido de la fe en Cristo crucificado y resucitado».
Mientras la Iglesia Católica fue fundada por Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, en el año 33 de nuestra era, el día de Pentecostés (Mateo 16,18-19 y Hechos 2), las falsas religiones que se desgajaron de Ella mediante el cisma y la herejía, fueron sectas creadas por el hombre. Tal es es el caso del herético monje alemán que murió aborreciendo a la Iglesia de la que se separó y arrastró a muchas almas en su caída al crear su propia secta, de la que se desprenderían después, a su vez, muchas más (pues el error es múltiple y la Verdad es UNA y única).
En 1883 la beata Sor María Serafina Micheli (1849-1911) mientras oraba, se le apareció el Ángel de la Guarda y le dijo: “Yo quiero que veas el lugar donde Martín Lutero está condenado y la pena que paga en castigo de su orgullo”(ver aquí). Entonces tuvo la visión de un horrible abismo de fuego, en el cual era atormentado Lutero. Como en Sajonia se celebraba el cuarto centenario del nacimiento del heresiarca (10 noviembre de 1483), la religiosa meditaba que si las personas que participaban en la fiesta vieran esta escena dramática, ciertamente no rendirían honores, ni memoria, ni conmemoraciones ni celebraciones a tan funesto personaje. Estaba convencida firmemente que Martín Lutero estaba condenado en el infierno sobre todo por el primer pecado capital: LA SOBERBIA. El orgullo lo hizo caer en pecado mortal, y lo condujo a la rebelión abierta contra la Iglesia Católica. Su conducta, sus herejías y su posición para con la Iglesia fueron determinantes para engañar y conducir a muchas almas superficiales e incautas a la perdición eterna.
Por su parte, el padre Stefano Manelli -fundador de los Franciscanos de la Inmaculada- ha recordado -en Il Settimanale di Padre Pio del 20 de Enero de 2013, p.1- que lo mismo señalaba el Padre Pío sobre la condenación eterna de Martín Lutero. Explicó que el P. Pío advertía que aquellos que creen poder comunicarse directamente con Dios -como Lutero-, también están en camino al infierno. El final de Lutero fue horrible y angustioso, escribió el P. Manelli, y señaló -fundamentándose en lo dicho por el padre Pío- que quienes lo siguen se arriesgan a ir al infierno como Lutero, por no escuchar las enseñanzas de la Iglesia Católica.
No hay nada porqué ir a celebrar con las falsas iglesias su rompimiento con la única Iglesia de Cristo. ¿O acaso el error y el llevar a tantos miles y miles fuera del camino de salvación es motivo de gozo y celebración? ¿Ahora, en nombre de un falso ecumenismo que a nadie convierte, se irá a cada uno de los principales aniversarios y celebraciones, de cada una de estas falsas religiones, para festejar sus traiciones a Cristo?
Sin juzgar las intenciones internas y con el debido respeto, hay que considerar que el hecho resulta increíble e inverosímil. A Papa alguno nunca se le ocurrió aceptar tamaño despropósito en toda la historia de la Iglesia.
Aquí algunas de esas falsas sectas que se dicen "cristianas" con las que -en esa falsa lógica- habría que hacer lo mismo para que no se sientan discriminadas...