"MAS EL QUE PERSEVERARE HASTA EL FIN, ÉSE SERÁ SALVO". Mateo 24:13.
AVISO
Estimados amigos-lectores, a fin de vivir más intensamente esta Semana Santa publicaremos nuestro siguiente post hasta el domingo de Resurrección. Existe abundante material apropiado para estas fechas en CATOLICIDAD, para que puedan consultarlo y aprovecharlo durante estos santos días. Basta ir al ÍNDICE TEMÁTICO PARA SEMANA SANTA, haciendo clic AQUÍ. Seguramente obtendrán grandes frutos espirituales del mismo.
Recordemos que el próximo Viernes Santo obligan el ayunoy la abstinencia de carne bajo pena de pecado grave. Procuremos seguir los oficios y la liturgia durante estos días evitando actividades profanas. Integremos a nuestra familia en la debida piedad de los días santos. No olvidemos realizar la Confesión anual -que prescriben los mandamientos de la Santa Iglesia- en estas fechas.
Tengamos presente, durante el rezo del Viacrucis, el profundo mensaje del post de hoy. Observamos, en la imagen del mismo, al pueblo judío exigiendo la muerte del Mesías que tanto esperaban. Era ese mismo pueblo que lo había aclamado a su entrada a Jerusalén poco antes. Vino a los suyos y los suyos no le recibieron. El corazón humano es voluble y cambiante, hoy ama lo que mañana odiará y se deja envolver por la opinión pública y los criterios mayoritarios de la masa. No olvidemos que eran los legítimos guías espirituales de Israel los que traicionaron a Dios e instigaron para que el pueblo se decidiera a pedir la crucifixión de su Mesías. En estos tiempos de apostasía general, nosotros no estamos exentos de caer. Por ello, mantengámonos alerta y pidamos ayuda a Cristo -y a su dulcísima Madre- para ser siempre fieles a su verdadera doctrina y que no permitan que nos sumemos a los errores del mundo, a los que -hoy- se adaptan eclesiásticos modernistas de todos los niveles de la jerarquía. Acerquémonos al Corazón de Cristo esta Semana Santa, vivamos con Él su Pasión, acompañemos a su Santísima Madre en su dolor y en su duelo. Valoremos y conmovámonos de toda la terrible Pasión que sufrió nuestro Salvador para redimirnos. Y que Cristo nos alcance nuestra conversión espiritual para no pecar más y perseverar hasta el fin para poder salvos.
¡Tengan ustedes una Santa semana!