Un grupo valiente de fieles intentaron resistir el desalojo defendiendo el Templo e igualmente fue heroica la actitud del sacerdote que continuó celebrando la Santa Misa tradicional en todo momento
El templo parisino de Santa Rita, en el 27 de la rue François Bonvin, es una barricada. Los fieles, con un cartel en la puerta que rezaba -“En Francia matamos a los sacerdotes y derribamos iglesias"- esperan en el interior celebrando Misa, para defender su templo del desalojo que la policía va a llevar a cabo.
El edificio se vendió hace dos años (por parte de una comunidad galicana -es decir, no católica- que era la dueña) a un promotor bretón que quiere construir un aparcamiento (estacionamiento de autos) y viviendas públicas, pero a la comunidad católica que ahora ocupa este templo de Santa Rita no se le ha dado un lugar alternativo donde celebrar bautizos, bodas, la Santa Misa, donde congregar a los fieles de un barrio que sabe que “si se pierde Santa Rita se perderá demasiado”.
A pesar de la labor realizada por la comunidad católica -en plena comunión con la Iglesia de Roma- en el barrio, las autoridades han ordenado su desalojo y la Policía ha ejecutado la orden. Una orden que deja violentas imágenes en plena celebración de la Misa, que han provocado irritación entre no pocos fieles.
NO QUISIERON ESPERAR A QUE TERMINARA LA MISA PARA REALIZAR EL "OPERATIVO"
“Un día después del funeral del padre Hamel, asesinado por el ISIS, hacen esto. Pensábamos que no serían capaces”, se quejaba uno de los fieles. Otros, más duros, denuncian cómo el Gobierno socialista parece estar más preocupado en desalojar un iglesia que en proteger a sus ciudadanos: “Esta policía hacía falta en Niza, no aquí”, comenta un internauta en durísima referencia al atentado islamista en suelo francés.
Monaguillos y sacerdotes desalojados del templo, escenas violentas... esto es lo que deja un sistema que ha criticado también la presidenta del Frente Nacional, Marine le Pen, que escribía en las redes sociales: “¿Qué tal si construimos los aparcamientos en las mezquitas salafistas, y no en nuestras iglesias?”.