La marcha partió de la escultura “Y Jesús lloró”, en la catedral de San José, y concluyó con una Misa de desagravio.
El pasado 15 de agosto en todo el mundo se celebró la fiesta de la Asunción en honor de la Virgen María. Pero además, en la ciudad estadounidense de Oklahoma se llevó a cabo una misa negra organizada por un conocido grupo satanista que además eligió esa fecha como provocación.
Pese a la multitudinaria reacción ciudadana en contra, el ayuntamiento de Oklahoma permitió que este acto blasfemo se celebrara en un local público alegando que cumplía todos los requisitos para su aprobación.
Sin embargo, aunque los satanistas se salieron con la suya y pudieron realizar su misa negra no fue tan multitudinaria como ellos esperaban a pesar de que sí pudieron vejar una imagen de la Virgen María. De hecho, fue un fracaso para ellos porque acudió muy poca gente. Y el organizador del acto, Adam Daniels, condenado anteriormente por abusos sexuales, lo atribuyó a la movilización de los creyentes de la ciudad.
Cientos de ellos desfilaron y oraron juntos. Gente joven, familias con niños y personas mayores se concentraron en este acto de reparación que provocó que otras de las personas que tenían previsto acudir al acto satanista finalmente desistieran.
Uno de los momentos más emotivos se produjo cuando un sargento de policía que estaba de servicio se unió a la cabecera de la marcha. Posteriormente, realizó una oración por los policías y militares, lo que provocó la ovación de los presentes.
La FSSPX y su capilla de la ciudad de Oklahoma, dedicada a San Miguel, organizaron una Misa pública de reparación celebrada el mismo 15 de agosto al mediodía (día de la Asunción de la Santísima Virgen), en respuesta a la misa negra que tendría lugar en el Civic Center Music Hall de esa ciudad, más tarde ese mismo día. La Santa Misa se celebró dentro del recinto del Civic Center Music Hall, lugar en donde se llevaría a cabo la blasfemia. El Padre Patrick McBride, quien celebró la Misa, explicó en un comunicado de prensa la razón del ofrecimiento de la Misa tradicional en ese lugar específico:
"En el 2014, ofrecimos una Misa de reparación en un hotel ubicado cerca del centro de la ciudad, en desagravio por la primera misa negra realizada -entonces- públicamente. Esta vez (2016), quisimos llevar el Santo Sacrificio de la Misa al lugar exacto en donde tendrán lugar estas blasfemias. Elevaremos al cielo la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor en reparación por las ofensas que Él y su Santísima Madre recibirán de estas personas, quienes desgraciadamente responden a su amoroso abrazo con ofensas y ultrajes. Imploramos particularmente la protección de la Virgen Santa en este acto de reparación que hacemos a su Divino Hijo."
El Padre McBride luego de explicar en su sermón que el Calvario se llevó al Civic Center en acto de reparación (pues la Misa es el mismo e idéntico sacrificio del Calvario celebrado incruentamente), ofreció una conmovedora meditación sobre el último sermón que Nuestro Señor predicó desde la Cruz, y explicó cómo Sus palabras le hablaron a través del tiempo a este acto de reparación. Mientras que los actos satánicos estuvieron llenos de odio, el sermón del Padre habló del amor y la misericordia de Dios, misma que está siempre disponible para todo aquel que se arrepienta, como el buen ladrón lo hizo. Al igual que su Señor, el Padre McBride, que actuó en representación de la Persona de Cristo, respondió al odio con la oración: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.” Al final, exhortó a los fieles a la paz espiritual, la cual se adquiere aceptando los sacrificios diarios y todos aquellos que hagan a lo largo de la recién lanzada Cruzada del Rosario y ofreciéndolos al Padre Eterno diciendo: “En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.”
Además de ofrecer la Preciosísima Sangre de Cristo en este lugar público donde se llevó a cabo la blasfemia, todos los presentes le ofrecieron a Nuestra Madre Santísima un ramillete conformado por su Santo Rosario y el rezo del Acto de Reparación al Sagrado Corazón frente al Santísimo Sacramento expuesto sobre el altar.
La preciosa imagen de Nuestra Señora de Fátima fue transportada desde Canadá por voluntarios del Fatima Center, quienes pasaron cuatro días conduciendo de ida y de regreso. Así, Nuestra Señora fue llevada al santuario bajo una lluvia de rosas y escoltada por sus hijos devotos, quienes la sirven para brindar el mayor de los honores a su Madre.
Diversos grupos católicos -incluso algunos protestantes se unieron- participaron en la marcha y en el desagravio, entre ellos los de la TFP que elaboraron el siguiente video:
Fuentes: Actuall.com, Fsspx.mx, Adelante la fe