Le atribuyen falsamente al Quijote haber dicho esta excelente expresión: "Si ladran, Sancho, es señal que avanzamos". Al lobby "gay" (conformado por activistas no únicamente homosexuales y por los intereses internacionales que pretenden imponer y propagar la homosexualidad) le queda muy bien esta frase ahora, pues en sus múltiples medios que controla ha lanzado una feroz campaña contra las marchas en las que cientos de miles (que conformaron más de un millón de participantes) han defendido sus derechos y los de sus hijos y nietos. Nunca imaginaron el nivel de respuesta de la mayoría de la sociedad mexicana. Y la herida sangra, ¡y mucho!, en esos medios de comunicación y entre esos activistas. Saben que jamás podrían convocar un número igual de ciudadanos y por ello solo les queda el triste y miserable papel de -inútilmente- tratar de descalificar a tantas familias que, haciendo uso de su derecho, libremente se han manifestado. Entonces, es claro, que estamos avanzando ¡y mucho!
Nuestra lucha no es contra la persona particular del homosexual, sino contra la intención de un lobby de propagar e imponer la homosexualidad, al llamarle "matrimonio" y difundirla también en las escuelas, desde preescolar, mediante la imposición de la aberrante "ideología de género". Nuestra lucha es a favor de la familia, de nuestros hijos y de nuestros nietos y por el respeto de los valores que queremos seguir infundiéndoles, pues los padres tenemos el derecho a educarlos en esos principios. Nuestra lucha, también es por el derecho de los niños a ser adoptados por un padre y una madre, pues la adopción es un derecho de ellos y no de los adoptantes. También luchamos contra la imposición del cambio de género que contraría la realidad biológica y natural.
Solo alguien de muy mala fe o muy ignorante puede inventar que somos homofóbicos o que discriminamos a los homosexuales. No llamar "matrimonio" a lo que no lo es, no implica ninguna discriminación. Pónganle el nombre que quieran, pero nunca será verdadero matrimonio. Discriminar es tratar de manera diversa a los iguales. Todos somos en algo iguales y en algo diversos. Por lo tanto la discriminación es una injusticia precisamente cuando se trata de manera diversa a los iguales en lo que son iguales, pero tratar de manera diversa a las personas en lo que son diversos es justicia. Y tratar de manera igual a las personas en lo que son diversas es, también, una injusticia. Esto es válido en múltiples factores: impositivamente, en la edad, en la inteligencia, etc. Por lo mismo llamar a una relación homosexual como "matrimonio" es una injusticia y, además, una mentira. Así, el que quiera relacionarse con un animal y casarse con él, podría -siguiendo la lógica del lobby "gay"- también alegar "discriminación", si no se atiende a los principios señalados.
Nuestra lucha no es contra la persona particular del homosexual, sino contra la intención de un lobby de propagar e imponer la homosexualidad, al llamarle "matrimonio" y difundirla también en las escuelas, desde preescolar, mediante la imposición de la aberrante "ideología de género". Nuestra lucha es a favor de la familia, de nuestros hijos y de nuestros nietos y por el respeto de los valores que queremos seguir infundiéndoles, pues los padres tenemos el derecho a educarlos en esos principios. Nuestra lucha, también es por el derecho de los niños a ser adoptados por un padre y una madre, pues la adopción es un derecho de ellos y no de los adoptantes. También luchamos contra la imposición del cambio de género que contraría la realidad biológica y natural.
Solo alguien de muy mala fe o muy ignorante puede inventar que somos homofóbicos o que discriminamos a los homosexuales. No llamar "matrimonio" a lo que no lo es, no implica ninguna discriminación. Pónganle el nombre que quieran, pero nunca será verdadero matrimonio. Discriminar es tratar de manera diversa a los iguales. Todos somos en algo iguales y en algo diversos. Por lo tanto la discriminación es una injusticia precisamente cuando se trata de manera diversa a los iguales en lo que son iguales, pero tratar de manera diversa a las personas en lo que son diversos es justicia. Y tratar de manera igual a las personas en lo que son diversas es, también, una injusticia. Esto es válido en múltiples factores: impositivamente, en la edad, en la inteligencia, etc. Por lo mismo llamar a una relación homosexual como "matrimonio" es una injusticia y, además, una mentira. Así, el que quiera relacionarse con un animal y casarse con él, podría -siguiendo la lógica del lobby "gay"- también alegar "discriminación", si no se atiende a los principios señalados.
Ver video que produjo Telesur Yucatán:
En las redes encontramos este video de un joven que expuso su opinión:
Ver video:
¡NO AL CAMBIO DE IDENTIDAD DE GÉNERO CONTRA LA REALIDAD BIOLÓGICA!