Con la salvedad que las drogas son en sí mismas malas e inmorales, aspecto que el conferenciante no aborda. Por eso, tampoco es una opción -como él cree- el emplearlas legalizadas (no es éticamente correcto legalizar o consumir lo que es intrínsecamente malo). De ahí la importancia de no consumirlas: para evitar un serio daño y una adicción grave a nuestro organismo (lo que constituye un pecado grave) y para no contribuir con los terribles daños generados por el crimen organizado.
↧