(ACI/InfoCatólica) Todo un éxito ha sido el día de ayer la marcha en el Perú, que con el lema #ConMisHijosNoTeMetas, se ha opuesto a la imposición de parte del Ministerio de Educación, de promover un Currículo Nacional para menores con criterios de la ideología de género. Al evento se sumaron más de 24 regiones de Perú junto al evento central en la capital del país, cuya asistencia superó el millón y medio de personas, en donde los manifestantes, con diversas pancartas y lemas críticos a la ideología de género recorrieron los principales distritos de la capital peruana.
A la marcha en Lima asistió la diputada colombiana Ángela Hernández, que encabezó en Colombia, en 2016, una serie de manifestaciones contra el adoctrinamiento de niños en ideología de género. Las masivas protestas llevaron a la renuncia de la entonces Ministra de Educación de ese país, Gina Parody. La diputada colombiana exhortó al presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, a escuchar «la voluntad democrática del pueblo y quite todo el adoctrimamiento relacionado a la ideología de género del currículum escolar» y que «respete el derecho que tienen los padres a educar a sus hijos».
Entre los presentes se encontraban los congresistas Julio Rosas, Carlos Tubino, Nelly Cuadros, Juan Carlos Gonzales, Marco Miyashiro, Roberto Vieira, Federico Pariona y Edwin Donayre.
El vicario episcopal de la Comisión de Familia y Vida de la Arquidiócesis de Lima (Perú), P. Luis Gaspar, destacó que «la educación como primer derecho de sus padres hacia sus hijos no se negocia».
«Estamos en una guerra moral, en una guerra espiritual y el campo de batalla es la mente de sus hijos, y lo vamos a defender hasta el final de nuestros días».
El P. Gaspar invitó también a los manifestantes a participar en la Marcha por la Vida, que se realizará en Lima el 25 de marzo.
El arzobispo de Arequipa también se ha expresado de manera contundente contra la imposición de la ideología de género en las escuelas:
Entre los manifestantes también se realizaron duras críticas a los medios de comunicación, que suelen ignorar o minimizar la magnitud de las marchas en defensa de la vida y la familia.