Qué vayan a hacer sus payasadas a casa de su reverenda progenitora. Cristo habría empleado el látigo para expulsarlos y decirles que su casa es un lugar de oración. Estos son los frutos del modernismo que hoy se practica y ¡nadie pone remedio! Y la lamparilla encendida nos muestra que esta profanación del templo la hicieron -¡para colmo!- con la Presencia de Cristo en el Sagrario. Oremos con la intención de desagraviarlo.
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