- LOS NOVADORES HERÉTICOS DICEN UN ERROR O UNA AMBIGÜEDAD CONTRA LA FE Y LUEGO, MÁS ADELANTE, DAN LA DOCTRINA CATÓLICA PARA DISIMULAR EL VENENO QUE YA INOCULARON
- ASÍ, AFIRMAN Y NIEGAN A LA VEZ, Y SE CONTRADICEN A SÍ MISMOS COMO ESTRATEGIA PARA DISEMINAR EL ERROR
“[Los doctores antiguos] conocían la habilidad de los novadores en astuto arte de engañar, los cuales temiendo ofender los oídos católicos cuidaban ordinariamente ocultarlos (los errores) con fraudulentos artificios de palabras, para que entre la variedad de sentidos con mayor suavidad se introduzca en los ánimos el error oculto, y suceda que, corrompida por una ligerísima adición o mudanza la verdad de la sentencia, pase sutilmente a causar la muerte la confesión que obraba la salud. Y a la verdad este modo solapado y falaz de discurrir, aunque en todo género de oración es vicioso, mucho menos debe tolerarse en un Sínodo, cuya especial alabanza es el observar, cuando enseña, tal claridad en el decir, que no deje peligro alguno de tropezar.
“Y por tanto, si en este género de cosas se llegase a cometer error, no se pueda defender con aquella engañosa excusa que suele darse, de que lo que tal vez por descuido se dijo en una parte con mayor dureza, se halla en otros lugares más claramente explicado y aun corregido; como si esta descarada licencia de afirmar y negar y contradecirse según su voluntad, que fue siempre la fraudulenta astucia de los novadores para sorprender con el error, no fuese más propia para descubrirle que para ocultarle.
Papa Pío VI, bula Auctorem fidei (contra el Sínodo de Pistoya), 1794.