"...El bien de nuestra alma es más importante que el corporal; y debemos preferir el bienestar espiritual de nuestro prójimo a las comodidades de nuestro cuerpo...
"Si cierto tipo de vestido constituye una ocasión grave y próxima de pecado, y pone en peligro la salvación de tu alma y la de otros, es tu deber abandonarlo...".
Papa Pío Xll.