"Oh Señor y Salvador mío, fortaléceme en aquella hora con los brazos vigorosos de tus sacramentos y con la fresca fragancia de tus consuelos. Que se pronuncien sobre mí las palabras absolutorias y que sea signado y sellado con los santos óleos y que tu propio Cuerpo sea mi alimento. Permite que mi ángel me susurre con un mensaje de paz, y que mis gloriosos santos me sonrían: para que en su compañía y por su mediación reciba yo el don de la perseverancia, y muera, tal como deseo vivir, en tu fe, en tu Iglesia, en tu santo servicio, y en tu amor".
John Henry Newman