En este nuevo día, gracias te tributamos
oh Dios omnipotente y Señor de lo creado.
Tu divina clemencia se ha dignado sacarnos
de la oscuridad de la noche a la luz del sol claro.
Llenas de tu gloria todo el vasto teatro
y en el mundo cuanto existe es obra de tu mano;
por ti nacen las flores y reverdece el campo;
los árboles nos dan fruto y el sol nos da sus rayos;
te alaban en las ramas los pájaros ufanos
y en el agua los peces cantan tu Nombre Santo.
Bendice Dios clemente y guía nuestros pasos
para que eternamente tu Santa Ley sigamos.
En este nuevo día ¡gracias te tributamos,
oh Dios omnipotente, Señor de lo creado!
Amén.