"Los padres pecan si no enseñan a sus hijos las cosas de la Fe y de la salvación. No deben imitar a ciertos padres y madres que no cumplen ese deber por el afán de mantener ocupados a sus hijos en otras cosas. La consecuencia es que los desdichados no saben confesarse, no conocen las principales verdades de la Fe, ignoran lo que es la Santísima Trinidad, la Encarnación de Jesucristo, el pecado mortal, el juicio, el infierno, el paraíso, la eternidad... Muchas veces esa ignorancia es causa de condenación y sus padres deberán prestar cuentas a Dios por ello".
San Alfonso María de Ligorio