Oh Dios Poderoso que nos habéis dado por Madre nuestra a Vuestra dulcísima Madre, con el más profundo gemido de nuestro corazón os suplicamos que por sus méritos protejáis a nuestra Patria desventurada, conservando en ella el tesoro de la Fe y de la moral católica y la adhesión sin límites a la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Amén.
↧