MARÍA DE GUADALUPE
Una tarde cierto día,
me dirigí al Tepeyac,
ya que a la Virgen María
a mí me urgía reclamar.
Escúchame Madre mía
que te quiero preguntar,
¿te ausentaste de mi patria...?
¿nos piensas abandonar...?
México está desgarrado,
la violencia es criminal.
Asesinos desalmados,
robo y secuestro es normal.
Cuando llegaste a mi tierra,
con Juan Diego a platicar,
se funda una raza nueva
en tu bondad maternal.
A tu divina presencia
se logra evangelizar,
y la doctrina de Cristo,
nos regala tu bondad.
¿Qué acaso ya te cansaste?
y no puedes soportar
al pueblo que tú elegiste
y donde querías reinar.
Y María de Guadalupe
en su tilma original,
donde se grabó su imagen
por milagro celestial,
me dijo con voz tan dulce
como voz ninguna igual,
"me enamoré de tu tierra
¡¡Y lo hice a carta cabal!!"
Jamás de aquí me he ausentado,
mi casa es el Tepeyac,
mis hijos se han apartado,
por ello están como están.
Pide que vengan a verme,
que me dejen ayudar,
que mi alegría como Madre
es poderlos consolar.
Vengan a mí que yo quiero
a México Rescatar.!!!