Únete al millón de rosarios que hoy se rezarán.
Bienaventurada Virgen de Fátima,
con renovada gratitud por tu presencia maternal,
unimos nuestra voz a la de todas las generaciones,
que te llaman bienaventurada.
Celebramos en ti las grandes obras de Dios,
que nunca se cansa de inclinarse
con misericordia hacia la humanidad
afligida por el mal y herida por el pecado,
para curarla y salvarla.
Custodia nuestra vida entre tus brazos;
reaviva y alimenta la fe;
sostén e ilumina la esperanza;
suscita y anima la caridad;
guíanos a todos nosotros por el camino de la santidad.
Enséñanos tu mismo amor de predilección
por los pequeños y los pobres,
por los excluidos y los que sufren,
por los pecadores y los extraviados de corazón:
congrega a todos bajo tu protección
y entrégalos a todos a tu predilecto Hijo,
el Señor nuestro; Jesús,
Amén.