Máximas para tenerlas presentes a menudo. Sacadas del "CAMINO RECTO Y SEGURO PARA LLEGAR AL CIELO", (pgs. 53 a 69).
He aquí unos pensamientos del gran pescador de almas por Cristo y María: San Antonio María Claret. Estas reflexiones -de sentido común cristiano- pueden servirnos de tema de meditación diaria. Hay una para cada día del mes. Emplea al menos 2 ó 3 minutos diarios.
San Antonio María Claret escribe:
1ª. Has de morir en la hora que menos pienses. Tanto si lo piensas como si no lo piensas, tanto si lo crees como si no lo crees, morirás y serás juzgado, y te salvarás o te condenarás, según el bien o el mal que hayas obrado; y de eso no te escaparás, por más que digas o hagas.
2ª. ¿Y qué te aprovechará el adquirir todas las riquezas, y alcanzar todos los honores y dar al cuerpo todos los gustos, si pierdes tu alma?
3ª. Las riquezas y los honores se quedarán en el mundo, el cuerpo en la sepultura, para ser comido de gusanos, y el alma en pecado como la de aquel Epulón, en el infierno, donde nos dice el Evangelio que fue sepultada.
MÁXIMAS PARA CADA DÍA DEL MES
1ª.Dios me ve, Dios me oye, Dios me ha de juzgar.
2ª. Dios es mi Creador, mi Redentor, mi Bienhechor, mi Padre; ¿me atreveré,
pues, a ofenderle?
3ª. El alma es mía, es sola, es eterna… ¡Desdichado de mí si la pierdo!
4ª. Salvada el alma, todo está salvado; perdida el alma, todo está perdido, y perdido para siempre.
5ª. ¿De qué le aprovechará al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma?
6ª. No hay paz, felicidad ni contento para quien vive apartado de Dios.
7ª. La muerte llega en la hora que menos se piensa.
8ª. En un instante se peca, en un instante se muere y en un instante se cae en el infierno.
9ª. La muerte es conforme a la vida.
10ª. Somos criados únicamente para Dios y para el cielo.
11ª. Todo es vanidad, menos amar a Dios.
12ª. Un momento de placer… ¿y después?… Después una eternidad de tormentos.
13ª. ¿Quién podrá habitar en medio del fuego devorador del infierno y entre los ardores sempiternos?
14ª. ¿Qué haría un condenado si tuviese el tiempo que yo tengo? Y yo, ¿qué hago?.
15ª. El infierno está lleno de buenos deseos no puestos por obra.
16ª. El camino del cielo es estrecho, y son pocos los que andan por él; el del infierno es ancho, y son muchos los que lo siguen. Conviene vivir con los pocos, para salvarse con los pocos.
17ª. Breve padecer y eterno gozar.
18ª. Quien desprecia los pecados veniales no tardará en caer en los mortales.
19ª. En la hora de la muerte nada nos consolará sino las buenas obras, nada nos dará pena sino el mal que hayamos hecho.
20ª. Fue conveniente que Jesucristo padeciese, y así entrase en su gloria.
21ª. Cristo en ayunas, yo en harturas; Cristo desnudo, yo bien vestido; Cristo entre penas, yo nadando en delicias…
22ª. Haz al presente lo que quisieras haber hecho en la hora de la muerte, pues entonces querrás hacerlo y ya no será tiempo.
23ª. Velad y orad para no caer en tentación: Jesucristo es quien os avisa.
24ª. Es necesario orar sin cesar.
25ª. Sin hacerse violencia a sí mismo, no se entra en el reino de los cielos.
26ª. ¡Ay del mundo por causa de los escándalos! Pero más desgraciado aún aquel por quien viene el escándalo: Jesucristo es quien lo dice.
27ª. ¿Qué consuelo reciben ahora los condenados de los deleites que gozaron en este mundo y con los que compraron el infierno?
28ª. El que no hace todo cuanto puede para salvar su alma, o no tiene fe o es un loco.
29ª. Para salvarse conviene tener la eternidad en la cabeza, a Dios en el corazón y el mundo debajo de los pies.
30ª. Si deseamos entrar en el cielo, acordémonos siempre que la puerta del cielo es María.
31ª. El Ángel custodio está siempre con nosotros: respetemos su presencia, agradezcamos su amor, confiemos en su ayuda y tengamos una tierna devoción a San José.
Por favor propaguen estos consejos saludables y fortificantes.
HAGAMOS EL BIEN MIENTRAS SE PUEDE.
DESPERTAR A LAS ALMAS DE SU LETARGO ES OBRA DE CARIDAD.