Muchos gobiernos se creen “progresistas y desarrollados” por permitir el asesinato de seres humanos indefensos. Habría que recordarle a estos gobiernos y gobernantes que ellos también algún día van a morir. Si no se arrepienten de sus crímenes, Dios les va a pedir cuenta de toda la sangre inocente derramada como causa del egoísmo y ambición de dinero (ya que el aborto es un negocio mundial, que hace millones sacrificando esas pobres vidas humanas e indefensas). No querría estar en sus zapatos en el día en que la justicia divina les pida cuentas de sus acciones.
P. T. Beroch.