Pío IX en la Bula Ineffabílis Deus:
Declaramos, pronunciamos y definimos a honra de la santa e indivisa Trinidad, para decoro y ornamento de la Bienaventurada Virgen María, para exaltación de la fe católica y aumento de religión cristiana, y con la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo y de sus bienaventurados Apóstoles San Pedro y San Pablo, y con la nuestra, que la doctrina por la cual se juzga a la Santísima Virgen María en el primer instante de su concepción fue preservada de toda culpa original, por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, atendidos los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, Salvador del género humano; ha sido revelada por Dios, y, por tanto debe creerse firme y constantemente por todos los fieles.