«Siempre será digno de alabanzas el que el hombre soporte con paciencia las propias injurias y mortificaciones de la vida diaria y no reaccione como una fiera. Por el contrario, será de suma impiedad tolerar pacientemente las injurias y las ofensas hechas contra Dios».
San Juan Crisóstomo (Antioquía, 347 - Comana Pontica, 14 de septiembre de 407).