"No se puede combatir el Islam en nombre del iluminismo ni mucho menos del relativismo. Lo que solamente se puede oponer a él es la ley natural y divina, negada radicalmente tanto por el relativismo como por el Islam. Por eso, levantemos aquel Crucifijo que el laicismo y el islamismo rechazan y hagamos de Él una bandera de vida y de acción. «Nosotros ‐afirmaba San Pablo‐ predicamos a un Cristo crucificado, escándalo para los judíos y necedad para los paganos» (I Cor 1, 23). Podríamos repetir: «Nosotros predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los musulmanes y necedad para los laicistas».
Roberto de Mattei