Celebramos hoy, en medio del tiempo de Cuaresma, una gran Fiesta: La Anunciación del Señor a la Santísima Virgen, por parte del Arcángel San Gabriel; pero también celebramos el momento en el que el Hijo de Dios se Encarnó en las entrañas de María Virgen, cumpliéndose así, el Misterio de Amor y Misericordia prometido al género humano miles de años atrás, predicho por tantos profetas y deseado por tantos santos. ¡Estamos a 9 meses de celebrar la Navidad!
Un día como hoy, la historia de la humanidad cambió, cuando María dio su valiente “SÍ” a Dios.
El encuentro del Arcángel con María resulta uno de los momentos más grandes de la historia de Israel y de toda la humanidad. Esta historia pasa ahora por Ella, depende de Ella, culmina en Ella, pero en provecho de todos.
María nos enseña a abrir nuestro corazón a la gracia de Dios y a aceptar su voluntad aún en medio de las situaciones más difíciles, como la que enfrentamos actualmente.
María nos da una lección de servicio hacia Dios cuando dice: «Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho». Con su “SÍ” comenzó a escribir una página nueva de la historia de la salvación.
Aprendamos de la Sma. Virgen a decir “SÍ” a la obra de Dios en nuestra vida y dispongámonos a poner al servicio de los demás, los dones con los que Dios nos bendice.