Señor, Tú que le dijiste a Jeremías: «Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado»... te pido por todos los bebés que van a ser abortados en este día... te pido, también, por sus madres... abre sus ojos, Señor, y toca sus corazones... te pido por los doctores, enfermeras y todas las personas que trabajan en esas clínicas... concédeles el don de Temor de Dios y pon en ellos el Espíritu de Compasión... que algunos de estos bebés puedan nacer... que al menos algunas madres abran a tiempo los ojos, antes del crimen que intentan cometer, Señor...
Te ruego por todas esas mujeres que han abortado a sus hijos... estas son heridas muy difíciles de sanar... heridas de las que nadie les advirtió... te suplico, compasivísimo Jesús, que las mires con Misericordia y les concedas Tu Perdón... trae Paz a sus corazones... y sana las heridas que les han quedado...
Te ruego por todos los médicos, enfermeras y todas las personas que practican o hacen posibles estos crímenes... también quiero pedirte por todos los políticos, magistrados y todas las personas que hacen o promueven las leyes que permiten estas abominaciones... tocas sus corazones y haz que surja en ellos el arrepentimiento y el deseo de reparar todas las ofensas que por años se han cometido contra la vida y contra Ti...
Esto te lo pido en unión a la Santísima Virgen María: Madre tuya, Madre de la Iglesia y Madre de todos los vivientes... a Ti, que vives y reinas, por los siglos de los siglos... Amén.
«Si se compara la abolición de la esclavitud con el aborto hay que sacar todas las consecuencias. No es posible contentarse con abolir un poco la esclavitud, hay que acabar con ella. Lo mismo pasa con el aborto. La libertad y la vida son bienes indivisibles y por ello lo coherente es abolir las leyes que permiten la muerte de seres inocentes e indefensos...La defensa de la vida humana es un signo de los tiempos que hay que anunciar proféticamente. El futuro no pasa por la muerte de los niños, sino por la promoción de la mujer y de la maternidad, por la mayor presencia del padre y su responsabilidad». Mons. Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares y Presidente de la Subcomisión episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida de la CEE.