En la página web del diario catalán La Vanguardia del 24 de diciembre de 2022, se dio a conocer que la Iglesia en España perdió el 40% de sus seminaristas en los últimos veinte años. Al término del Concilio, en 1965, había 8,000 seminaristas, en el año 2000 todavía había 1,737, en 2020 había solo 1,028.
La arquidiócesis de Barcelona, que cuenta con 2 millones de católicos, tiene solo 26 seminaristas. En la misma provincia catalana, la diócesis de Girona tiene un poco más de 100 sacerdotes cuya edad media es de 73 años, para atender a 394 parroquias, y en la diócesis de Vic han muerto 144 sacerdotes desde 2003, y solo 15 han sido ordenados.
A nivel europeo: del año 2000 a 2019, España pasó de 227 ordenaciones a 125; Alemania de 140 ordenaciones a 55; Francia de 150 a 94; Italia de 520 a 310.
Gran miseria espiritual en el Gran Ducado de Luxemburgo
Un artículo del sitio luxemburgués Wort del 16 de febrero de 2023 muestra el dramático declive espiritual en Luxemburgo entre 2008 y 2021. Mientras que el 75% de los residentes creían o practicaban una religión en 2008, en 2021 solo es el 48%.
Realizada a finales de 2020 y principios de 2021, esta encuesta del European Value Survey dada a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos del Gran Ducado de Luxemburgo (STATEC), revela que entre los encuestados, el 59% declaró nunca visitar los lugares de culto. Mientras que el 4% lo hacía una vez a la semana y en la misma proporción una vez al mes, el 15.5% solo asiste a algún servicio religioso con motivo de festividades o ceremonias.
Mientras que en 2008 solo el 39% de los residentes afirmaba que "Dios no era importante en sus vidas", esta proporción se disparó al 60% en 2021. La proporción de residentes sin religión aumentó del 35% al 44%, mientras que la proporción de ateos aumentó del 10% al 18%.
Ahora bien, desde 2011, el arzobispo del Gran Ducado es el cardenal jesuita Jean-Claude Hollerich, presidente de la COMECE, la comisión episcopal ante la Unión Europea, y relator general del próximo Sínodo sobre la Sinodalidad.
De 1990 a 1994, monseñor Hollerich, conocido por sus ideas ultraprogresistas, fue el guía espiritual de los seminaristas luxemburgueses y el responsable de la pastoral vocacional en Luxemburgo. Por tanto, es con base en estos reveladores resultados que el relator general del próximo Sínodo proporcionará propuestas pastorales para una mejor evangelización...
Iglesias en venta en Quebec
En el sitio web de Quebec, Estrie plus, el 24 de enero, se dio a conocer que la arquidiócesis de Sherbrooke estaba vendiendo tres nuevas iglesias, debido a la descristianización que les obligaba a cerrar los lugares de culto: "Otras tres iglesias en Estrie cerrarán sus puertas. Las iglesias de San Efrén, en Fitch Bay, Saint Malo y San Hermenegildo, en los municipios del mismo nombre, están iniciando un proceso de convocatoria de propuestas.
"El objetivo será encontrar un nuevo comprador para estos edificios y garantizar que puedan permanecer al servicio de la comunidad". Ya en noviembre pasado, la arquidiócesis vendió la iglesia de la Resurrección de Cristo por 1.2 millones de dólares canadienses a la ciudad de Sherbrooke, que construirá allí una guardería y viviendas sociales.
Frente a esta aceleración de la venta de iglesias en el otrora cristiano Occidente, muchos se preguntan sobre su reasignación. El vaticanista Sandro Magister en su sitio Settimo Cielo del 14 de febrero escribe: "Miles de iglesias en Europa están sufriendo el abandono. Con un número cada vez menor de católicos en Misa, se encuentran vacías. Y así terminan siendo cerradas.
"En Alemania, Holanda, Bélgica, las cifras son vertiginosas. Pero también en Italia ha aumentado el número de iglesias en desuso. Aquí, al menos, las iglesias no pertenecen al Estado sino a la Iglesia y, por tanto, gozan de una tutela espontánea y duradera por parte de sus respectivas comunidades diocesanas y parroquiales.
"Pero cuando estas comunidades se marchiten y desaparezcan, ese será el fin de sus iglesias. Corren el grave riesgo de ser vendidas y terminar en el mercado, transformadas, por ejemplo, en supermercados o discotecas, o por lo menos en algo contrario a su razón de ser".
¿Cómo se reasignan las iglesias?
Por eso, prosigue el periodista italiano, "en el Vaticano, algunos han tratado de encontrar soluciones para remediar esta situación. A fines de 2018, el Consejo Pontificio de la Cultura, presidido por el cardenal Gianfranco Ravasi, organizó una conferencia en la Universidad Gregoriana con delegados de los obispados de Europa y América del Norte sobre el tema: Dio non abita più qui? [¿Dios ya no habita aquí?].
"Este coloquio permitió sacar a la luz 'líneas' que desaconsejaban 'las reasignaciones comerciales con ánimo de lucro' y que fomentaban en cambio las 'reasignaciones', con un fin 'cultural o social': museos, salas de conferencias, librerías, bibliotecas, archivos, laboratorios artísticos, centros de Cáritas, dispensarios, comedores de pobres, y otros. Con excepción de 'la transformación en viviendas privadas' en el caso de 'edificios más modestos y carentes de valor arquitectónico'".
Pero es claro que el número de iglesias reasignadas sigue creciendo, y con ello la necesidad de considerar nuevas reasignaciones. Sandro Magister cita un artículo del Padre Giuliano Zanchi, titulado Diversamente chiese, la posta in gioco [Iglesias distintas, los desafíos] que se publicó en el último número de Vita e Pensiero (2022, n°6), la revista de la Universidad Católica de Milán.
Según el vaticanista romano, "el Padre Zanchi sugiere seguir dos criterios para la reasignación de iglesias que han dejado de ser utilizadas para el culto pero que 'desean volver a la vida civil en una función de punto de encuentro cultural y de umbral espiritual'".
El primer criterio, escribe el sacerdote italiano, es aquel que "aprovecha la dignidad artística normalmente ligada a los edificios históricos que, en el actual espíritu definido como 'postsecularismo', ha adquirido universalmente la facultad de actuar como hito de trascendencia". [sic]
El segundo criterio, prosigue el Padre Zanchi, consiste en "esa necesidad típica de la ciudad contemporánea" de disponer de espacios-frontera, de umbrales, "capaces de devolvernos a la profundidad y a la trascendencia, un papel que, a falta de algo mejor, suelen desempeñar los teatros, museos, bibliotecas y otros lugares de extralimitación no utilitaria". [re-sic]
Con el mismo argot sociologizante, el autor afirma que para lograr esta reasignación, la "precondición esencial" es que haya en la Iglesia "una visión pastoral espiritualmente libre e imaginativa, que tenga sentido de la perspectiva, talento para la creatividad y una visión fraterna de su propia presencia en el mundo". [re-re-sic]
Proponemos al Padre Zanchi un criterio de reasignación con mucho menos argot que el suyo: algunas de estas iglesias amenazadas por la reasignación, por falta de fieles y de sacerdotes, podrían ser confiadas a comunidades apegadas a la Tradición que celebrarán allí la liturgia para la cual fueron construidas.
La desgracia es que hoy es Roma la que, con Traditionis custodes, persiste en reasignar, no a las iglesias, sino a la Misa tridentina, y en promover una liturgia reformada que vacía las iglesias y los seminarios. Para salir de este círculo vicioso, habría que dejar que se produzca la "experiencia de la Tradición", lo que supone sustraerse a una ideología conciliar, que se ha vuelto de facto suicida.
Fuentes: La Vanguardia/Wurt/Estrie plus/Settimo Cielo - trad. à partir de diakonos/DICI n°430 – Fsspx.Actualités. Imagen: © st-hermenegilde.ca