"De acuerdo con el deber de Nuestro oficio Apostólico, queremos excitar vuestra preocupación y vuestra vigilancia episcopal, para que en toda la medida de vuestras fuerzas, arranqueis de la mente de los hombres esta opinión impía y perniciosa de que el camino de la salvación eterna puede ser encontrado en todas las religiones".
(S.S. Pío IX, Singulari Quadam, 9 diciembre de 1854).