INTRODUCCIÓN: LA IMPORTANCIA DEL SENTIDO COMÚN Y EL REALISMO FILOSÓFICO EN LA FE
Dado que el relativismo y el modernismo representan una amenaza constante a los fundamentos de la fe católica, es crucial retornar a las bases filosóficas que han sustentado la ortodoxia durante siglos. En este análisis, examinaremos cómo el sentido común y el realismo filosófico, profundamente enraizados en la tradición tomista, resultan esenciales para preservar una teología sólida y coherente. Al recurrir a las enseñanzas de Santo Tomás de Aquino y a las aportaciones de destacados pensadores como Réginald Garrigou-Lagrange, Étienne Gilson, y Jacques Maritain, entre otros, se demostrará la relevancia de estos conceptos en la defensa y desarrollo de la fe católica.
1. EL SENTIDO COMÚN COMO FUNDAMENTO DEL CONOCIMIENTO
1.1 DEFINICIÓN Y EXPLICACIÓN DEL SENTIDO COMÚN
El “sentido común” no es simplemente una intuición vulgar, sino una capacidad innata del intelecto humano para reconocer las primeras verdades y principios básicos de la realidad. Santo Tomás de Aquino identifica este sentido como una facultad que permite al hombre conocer lo verdadero de manera directa y segura (Summa Theologiae, I, q. 79, a. 12).
Aristóteles, en su Metafísica, describe el sentido común como el fundamento de la filosofía, ya que proporciona los primeros principios sin los cuales el pensamiento racional sería imposible. Este mismo sentido común es esencial para cualquier avance filosófico y, en última instancia, para la teología. Como señala Garrigou-Lagrange, “el sentido común es la primera luz que ilumina la inteligencia y la orienta hacia la verdad” (Le sens commun, p. 22).
1.2 LA RELACIÓN ENTRE SENTIDO COMÚN Y FILOSOFÍA DEL SER
El sentido común se enlaza directamente con la filosofía del ser, ya que permite al intelecto reconocer la existencia y naturaleza de las cosas en su ser más esencial. Según Santo Tomás, el conocimiento humano comienza con la percepción del ser, y es sobre este fundamento que se construye toda la filosofía (Summa Theologiae, I, q. 5, a. 1).
John Henry Newman, aunque más conocido por su teología, también defendió la idea de un “consenso común” en la creencia religiosa, que está profundamente relacionado con este sentido común filosófico, al destacar la importancia de la intuición natural del hombre hacia la verdad divina (Grammar of Assent, c. 2).
2. EL REALISMO FILOSÓFICO COMO BASE DEL PENSAMIENTO TEOLÓGICO
2.1 EXPLICACIÓN DEL REALISMO FILOSÓFICO
El realismo filosófico sostiene que nuestro conocimiento corresponde a la realidad objetiva. Santo Tomás enseña que “la verdad se encuentra en la adecuación del intelecto con la realidad” (Summa Theologiae, I, q. 16, a. 1). Este principio es fundamental para garantizar que nuestras afirmaciones teológicas sean verdaderas, ya que la teología se basa en la verdad revelada que debe ser comprendida en su relación con la realidad.
Étienne Gilson defiende que “el realismo tomista es la única salvaguarda contra el idealismo y el relativismo que distorsionan nuestra comprensión del ser y de Dios” (Le Thomisme, c. 5). Este realismo no solo es esencial para la filosofía, sino también para la correcta interpretación y formulación de los dogmas de la fe.
2.2 CRÍTICA AL IDEALISMO Y AL RELATIVISMO
Garrigou-Lagrange critica duramente las corrientes filosóficas como el idealismo y el relativismo, que alejan al intelecto de la realidad objetiva y, por tanto, de la verdad. Según él, “el idealismo es una negación de la posibilidad de conocer la realidad tal como es, y su aplicación en teología ha llevado a una confusión doctrinal sin precedentes” (La philosophie de l’être, p. 113).
Jacques Maritain también advierte que el relativismo filosófico lleva a la teología a una peligrosa deriva, donde las verdades eternas se vuelven sujetas a las modas intelectuales del momento (The Degrees of Knowledge, p. 89).
3. LA FILOSOFÍA DEL SER COMO BASE DE LA TEOLOGÍA DOGMÁTICA
3.1 LA METAFÍSICA DEL SER Y LA TEOLOGÍA
La metafísica del ser, tal como la desarrolla Santo Tomás, es fundamental para la teología porque proporciona los principios necesarios para entender las verdades de fe. Según Santo Tomás, “Dios es el ser por esencia, y todas las cosas participan de este ser en la medida en que existen” (Summa Theologiae, I, q. 3, a. 4). Esta comprensión es esencial para formular los dogmas cristianos con precisión y fidelidad a la verdad revelada.
Joseph Pieper, en su obra Las Virtudes Fundamentales, destaca que “una comprensión realista del ser es indispensable para una vida moral y teológica verdaderamente cristiana” (p. 54).
3.2 LA IMPORTANCIA DE LAS DEFINICIONES DOGMÁTICAS
Las definiciones dogmáticas son la expresión precisa de las verdades de la fe, y deben estar basadas en una sólida comprensión del ser y de la realidad. Cornelio Fabro, un tomista contemporáneo, subraya que “la crisis actual en la teología es, en gran medida, una crisis de filosofía, donde se ha perdido la capacidad de hablar sobre el ser y, por lo tanto, sobre Dios de manera coherente” (La Nozione Metafisica di Partecipazione, p. 99).
4. EL PAPEL DEL SENTIDO COMÚN EN LA DEFENSA DE LA FE
4.1 EL SENTIDO COMÚN COMO GUARDIA DE LA ORTODOXIA
El sentido común filosófico actúa como un guardián de la ortodoxia, asegurando que las formulaciones teológicas se mantengan en consonancia con la realidad objetiva. “El sentido común es como una brújula que dirige al teólogo en su búsqueda de la verdad, evitando los peligros de la especulación desarraigada”, escribe Romano Amerio en Iota Unum (p. 45).
John Henry Newman, aunque más conocido por su teología, también defendió la importancia de una intuición natural hacia la verdad en la fe, destacando que “el sentido común filosófico nos ayuda a reconocer y asentar las verdades divinas, protegiendo la fe de la confusión y el error” (Grammar of Assent, c. 2).
4.2 EJEMPLOS HISTÓRICOS DE DESVIACIONES
A lo largo de la historia, las desviaciones filosóficas que han ignorado el sentido común han llevado a graves errores doctrinales y herejías. “El alejamiento de la metafísica del ser condujo a errores como el arrianismo y el pelagianismo, donde se perdió de vista la verdadera naturaleza de Cristo y la gracia”, advierte Louis Cardinal Billot en De Ecclesia Christi (p. 123).
5. CONCLUSIÓN: LA NECESIDAD DE RETORNAR AL REALISMO FILOSÓFICO
5.1 RESUMEN DE LA IMPORTANCIA DEL REALISMO FILOSÓFICO
El realismo filosófico, fundamentado en el sentido común y en la filosofía del ser, es esencial para mantener la integridad de la teología católica. Como señala Garrigou-Lagrange, “la teología que no se basa en una filosofía sólida está destinada a caer en el error y la confusión” (Le sens commun, p. 189).
5.2 CONSECUENCIAS DE IGNORAR EL SENTIDO COMÚN
Ignorar el sentido común y el realismo filosófico lleva a una crisis de fe, donde la verdad se relativiza y la teología pierde su coherencia. “El relativismo es el enemigo más peligroso de la fe católica porque destruye su fundamento en la verdad objetiva”, afirma Romano Amerio (Iota Unum, p. 89).
5.3 LLAMADO A LA ACCIÓN
Es urgente que los filósofos y teólogos católicos retomen el realismo filosófico y refuercen la relación entre la filosofía del ser y la teología dogmática. Solo así se puede proteger y promover la verdad católica en un mundo cada vez más hostil a la fe. “La restauración de una teología auténtica comienza con la restauración de una filosofía sólida”, concluye Garrigou-Lagrange en La philosophie de l’être (p. 231).
BIBLIOGRAFÍA
•Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae.
•Réginald Garrigou-Lagrange, Le sens commun: La philosophie de l’être et les formules dogmatiques.
•Réginald Garrigou-Lagrange, La philosophie de l’être.
•Étienne Gilson, Le Thomisme.
•Joseph Pieper, *Las Virtudes Fundamentales