"La doctrina católica nos dice que el deber primario de la caridad no radica en la tolerancia de ideas falsas, por sinceras que sean, ni en la indiferencia teórica o práctica hacia los errores y vicios en los que vemos hundidos a nuestros hermanos... Además, mientras Jesús era amable con los pecadores y con los que se extraviaron, no respetó sus falsas ideas, por sinceras que pudieran haber aparecido. Los amaba a todos, pero les instruyó para convertirlos y salvarlos. ”
⚜ Papa San Pío X ,
Nuestro mandato apostólico,
25 de agosto 1910