En el video: Enrique VIII manda decapitar a Sir Tomás (hoy Santo Tomás Moro) por llevarle la contraria con respecto a su ruptura con la Iglesia Católica y la creación de un gran cisma, y por no aceptar su divorcio con Catalina de Aragón -su legítima esposa-; habiendo manteniendo el santo una postura firme, heroica y pública a favor de la indisolubilidad del matrimonio y de su fe católica.
Escena que contrasta con:
-La insólita propuesta del modernista cardenal Kasper de dar sacrílegamente el Cuerpo de Cristo a los divorciados dizque vueltos a casar que, por lo mismo, se encuentran en pecado mortal, contraviniendo las explícitas enseñanzas de Cristo y de San Pablo (1).
-La actitud laicista de Felipe VI de España que no quiso ser coronado durante una Misa. Y también con la de no permitir publicar ninguna fotografía de su asistencia a Misa en su capilla por tratarse de actos "de carácter privado", siendo que se publican muchos otros de sus actos más intrascendentes. Actitud que también se confirma con la siguiente noticia: "Fuentes de la Casa del Rey explicaron que la circunstancia de que la primera visita internacional sea a la Santa Sede no tiene que ver con ninguna tradición ni con el deseo de compensar la ausencia de símbolos o ceremonias religiosas entre los actos de la jornada de proclamación de Felipe VI. Según han precisado, se buscaron fechas adecuadas para concretar las primeras visitas internacionales con Francia, Marruecos, Portugal y el Vaticano, sin prefijar ningún orden, y, de los cuatro Estados, fue la Santa Sede el que ofreció la fecha más cercana en el tiempo." Como alguien comentó: ¡Triste final el de una monarquía milenaria que se destacó, contra viento y marea, por su catolicidad!. España ya no tiene un Rey católico sino un rey laico, "políticamente correcto", que practica su fe escondido en su capilla privada, de donde no debe salir siquiera una fotografía para no incomodar en lo más mínimo a liberales, izquierdistas, rojos y jacobinos.
Han olvidado que Cristo dijo:"A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré delante de mi Padre celestial; a quien me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre celestial" (Mt 10,32s).
Han olvidado que Cristo dijo:"A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré delante de mi Padre celestial; a quien me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre celestial" (Mt 10,32s).
Cierto que todavía subsisten católicos íntegros, aunque la gobalización de la mediocridad y la tibieza, aunada a la difusión de la herejía modernista, haga muy difícil su localización, pero ¡ah! cómo hacen falta aquellos católicos de antes -como Tomás Moro- que eran fieles públicamente a su fe y no transigían con el error aun a costa de su vida.
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(1) Enseña N.S. Jesucristo: "Si un hombre se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con una divorciada, también comete adulterio." (Lucas 16:18). Dice San Pablo, divinamente inspirado, que quien comulga en pecado mortal "come y bebe su propia condenación". (I Corintios 11, 27-29).
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(1) Enseña N.S. Jesucristo: "Si un hombre se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con una divorciada, también comete adulterio." (Lucas 16:18). Dice San Pablo, divinamente inspirado, que quien comulga en pecado mortal "come y bebe su propia condenación". (I Corintios 11, 27-29).