"Conozco tu conducta: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Ahora bien, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca" (Apocalipsis 3,15-16).
La revista jesuita francesa Revue ETUDES se ha solidarizado con la redacción del semanario CharlieHebdo, objeto de un atentado islamista la semana pasada, publicando algunas de sus caricaturas sarcásticas y blasfemas contra el catolicismo. Los jesuitas franceses aseguran en su página web que «el humor en la fe es un buen antídoto contra el fanatismo». Por su parte, la página de Facebook de los jesuitas de Perú se hace eco de la misma publicación hecha por sus hermanos franceses.
(InfoCatólica) Texto que acompaña a la publicación de las viñetas anticatólicas en la revista jesuita francesa tal y como recogen los jesuitas del Perú en su Facebook:
Poder reír de ciertos rasgos de la institución a la que pertenecemos es un signo de fuerza, porque es una manera de decir que aquello a lo que estamos ligados está más allá de las formas siempre transitorias e imperfectas. El humor en la fe es un buen antídoto contra el fanatismo y contra un espíritu de seriedad que tiene la tendencia a tomar todo al pie de la letra.
El periodista católico José Miguel Arráiz comenta lo siguiente:
"En este punto quiero aclarar algunas cosas a estos miembros de la compañía de Jesús:
- En primer lugar, los pasquines de Charlie Hebdo no se reían de “algunos rasgos de la institución a la que pertenecemos“, se reían de Dios. También se reían de la Santísima Virgen. Sí, también se reían de su Iglesia Católica, pero ahora cabría preguntarse si ustedes consideran que las viñetas que han escogido para reproducir realmente hacen referencia a “rasgos de la institución a la que pertenecemos".
- Reproducir esas viñetas puede ser signo de estupidez, insensatez, locura, apostasía, o cualquier otra cosa, pero no fortaleza. Pongamos como ejemplo, que alguien publica en el periódico una imagen satírica de nuestra madre haciéndola ver como una prostituta. Imaginemos ahora que nosotros la mandamos a reproducir y la colgamos en la sala de nuestra casa o en la de nuestra madre ¿Podrá interpretarse esa acción como un signo de fortaleza o de insensatez? Bien, pues no veo aquí ninguna diferencia, con la salvedad de que lo que han hecho es muchísimo más grave".
NOTA DE CATOLICIDAD: Lamentablemente, no sólo los jesuitas señalados que se solidarizan con los blasfemos sino hasta sitios católicos que combaten la blasfemia, han tenido el mal criterio de reproducir las viñetas de esa publicación atea y blasfema. Estos combatientes de la blasfemia creen que eso sirve para denunciar el mal, cuando en realidad -de este modo- también contribuyen ellos a difundirlo.
Injustificable es el asesinato cometido por extremistas islamistas contra quienes publicaban esa revista que se burlaba de sus creencias religiosas, pero también es grave y condenable la soez provocación que estos editores realizaban contra la fe católica y las creencias ajenas. Sí, naturalmente debemos condenar el mal, pero debemos condenar todo mal. Esa condena enérgica del crimen (por privar brutalmente de la vida al prójimo) no debe llevar a uno a solidarizarse con el dizque "derecho" a la blasfemia y a la burla soez de lo que se tiene por más sagrado. Eso no es libertad -pues la libertad es para el elegir entre dos o más bienes-; en realidad, eso es simple libertinaje (que implica otro tipo de agresión) que también debe ser rechazado. El lamentable crimen que sufrieron los blasfemos, no los transforma ni en "héroes" ni en "mártires" de un falso e inexistente "derecho" al libertinaje. No al terrorismo, pero no -también- a la blasfemia contra Dios y todo lo más sagrado. Esto lo han entendido muy bien la mayoría de los creyentes católicos que han protestado -en los comentarios de esa revista- contra esa publicación "jesuita" que contribuye a la blasfemia. ¡Ay Jesús, qué Compañía!