En múltiples partes del orbe se han realizado peticiones a la Santa Sede de mantener la fidelidad al Evangelio y a las enseñanzas de Cristo con relación al matrimonio católico indisoluble y fecundo, la necesidad de recibir la Eucaristía en estado de gracia y sostener la doctrina tradicional sobre la homosexualidad. A continuación señalamos solo algunas de ellas:
SACERDOTES INGLESES
Casi 500 –461 sacerdotes, exactamente– de lo más granado de la Iglesia en Inglaterra y Gales han firmado una carta suplicando a los «padres sinodales» para que confirmen la fe y destierren la confusión que reina en el ambiente.
Este es el texto:
Después del Sínodo Extraordinario de Obispos celebrado en octubre de 2014, se ha levantado mucha confusión en relación con la enseñanza de la moral católica. Deseamos, en esta situación, como sacerdotes católicos, volver a afirmar nuestra fidelidad inquebrantable a la doctrina tradicional sobre el matrimonio y el verdadero significado de la de la sexualidad humana, fundada en la Palabra de Dios y enseñada por el Magisterios de la Iglesia durante dos milenios.Nuevamente nos comprometemos con la tarea de presentar esta enseñanza en toda su plenitud, toda vez que acogemos con el amor del Señor a aquellos luchan por responder a las exigencias y desafíos del Evangelio en una sociedad cada vez más secular. Además afirmamos la importancia de mantener la disciplina tradicional de la Iglesia con respecto a la recepción de los sacramentos, y que la doctrina y la práctica permanezcan firme e inseparablemente en armonía.Instamos a todos los que van a participar en el segundo Sínodo, en octubre de 2015, a que hagan un anuncio claro y firme de la enseñanza inmutable, de la enseñanza moral de la Iglesia, para que la confusión desaparezca y la fe sea confirmada.Atentamente (y los nombres de los 461 sacerdotes)
Según cuenta Madeleine Teahan algunos sacerdotes no han firmado por presión de «sus superiores» (Fuente: Ver aquí).
UNA INICIATIVA EN E.U.A.
Al igual que en Inglaterra, cientos de sacerdotes norteamericanos y algunos prelados han firmado su adhesión (ver aquí) a la doctrina tradicional de la Iglesia señalando: "Como sacerdotes católicos nos comprometemos nuevamente a la tarea de presentar las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio en toda su plenitud... Además afirmamos la importancia de mantener la disciplina tradicional de la Iglesia con respecto a la recepción de los sacramentos, y la convicción de que la doctrina y la práctica permanecen firmemente e inseparablemente en armonía".
CARTA ABIERTA AL PAPA
El 15 de septiembre pasado, el obispo Bernard Fellay, superior de la Fsspx, se dirgió al papa Francisco suplicándole que haga "resonar en el mundo una palabra de verdad, de claridad y de firmeza, en defensa del matrimonio cristiano, e incluso simplemente humano, para sostén de su fundamento, a saber, la diferencia y complementariedad de los sexos, como apoyo de su unicidad y de su indisolubilidad". Señala que "Es gloria de la Iglesia católica a lo largo de los siglos haber defendido contra viento y marea, a pesar de las solicitaciones, amenazas y tentaciones, la realidad humana y divina del matrimonio. Siempre ha llevado bien alto – incluso si hombres corruptos la abandonaban por ese solo motivo – el estandarte de la fidelidad, de la pureza y de la fecundidad que caracterizan el verdadero amor conyugal y familiar". Por ello advierte: "No podemos negar que la primera parte del Sínodo dedicado a “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización” nos ha alarmado vivamente. Hemos escuchado y leído, de personas constituidas en dignidad eclesiástica – que se atribuyen vuestro respaldo, sin ser desmentidas –, afirmaciones tan contrarias a la verdad, tan opuestas a la doctrina clara y constante de la Iglesia en lo concerniente a la santidad del matrimonio, que nuestra alma se ha visto profundamente perturbada. Lo que nos inquieta todavía más son algunas de vuestras palabras, que dan a entender que podría haber una evolución de la doctrina para responder a las nuevas necesidades del pueblo cristiano. Nuestra inquietud brota de la condenación que San Pío X hizo, en su encíclica Pascendi, de la acomodación del dogma a pretendidas exigencias contemporáneas. Pío X y vos, habéis recibido la plenitud del poder de enseñar, de santificar y de gobernar en la obediencia a Cristo, que es el Jefe y el Pastor del rebaño en todo tiempo y en todo lugar, y de quien el Papa debe ser el fiel vicario sobre esta tierra. Lo que ha sido objeto de una condenación dogmática no puede convertirse, con el tiempo, en una práctica pastoral autorizada". Y agrega: "Dios autor de la naturaleza estableció la unión estable del hombre y de la mujer con vistas a perpetuar la especia humana. La Revelación del Antiguo Testamento nos enseña de modo clarísimo que el matrimonio, único e indisoluble, entre un hombre y una mujer, fue establecido directamente por Dios, y que sus características esenciales fueron sustraídas a la libre elección de los hombres para permanecer bajo una protección divina particularísima: “No codiciarás la mujer de tu prójimo” (Éxodo 20, 17). El Evangelio nos enseña que Jesús mismo, en virtud de su autoridad suprema, restableció definitivamente el matrimonio, alterado por la corrupción de los hombres, en su pureza primitiva: “Lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe” (Mateo 19, 6)." (Texto íntegro AQUÍ).
INCONTABLES PETICIONES DE FIELES SE HAN DIRIGIDO A LA SANTA SEDE
El cardenal Burke tras asegurar que «si el matrimonio es indisoluble y alguien está viviendo en un estado que contradice la indisolubilidad del matrimonio, no entiendo cómo puede permitirse que reciba la sagrada Comunión», pidió -en noviembre pasado- a los fieles católicos que escribiesen al Papa Francisco para expresar su opinión de que las enseñanzas de Cristo y de la Sagrada Escritura sean respetadas y reafirmadas en el próximo Sínodo. Derivado de ello, incontables fieles han escrito a la Santa Sede con esa petición (Ver AQUÍ).
OBISPOS Y CARDENALES A FAVOR DE LA DOCTRINA TRADICIONAL DEL MATRIMONIO Y LA EUCARISTÍA.
Ya se han dado a conocer múltiples noticias y declaraciones de muchos obispos a favor de la doctrina tradicional de la Iglesia. Recordemos solo algunos de los más destacados: La Conferencia Episcopal de Polonia, el cardenal Sarah en nombre de los obispos africanos, el cardenal Ruini, el cardenal Napier, el cardenal De Paolis, el cardenal Müller, el cardenal Pell, el cardenal Burke, el cardenal Brandmüller, el cardenal Caffarra, Mons. Gadecki, Mons. Livieres (+), Mons. Schneider, etc., etc.
OBISPOS Y CARDENALES A FAVOR DE LA DOCTRINA TRADICIONAL DEL MATRIMONIO Y LA EUCARISTÍA.
Ya se han dado a conocer múltiples noticias y declaraciones de muchos obispos a favor de la doctrina tradicional de la Iglesia. Recordemos solo algunos de los más destacados: La Conferencia Episcopal de Polonia, el cardenal Sarah en nombre de los obispos africanos, el cardenal Ruini, el cardenal Napier, el cardenal De Paolis, el cardenal Müller, el cardenal Pell, el cardenal Burke, el cardenal Brandmüller, el cardenal Caffarra, Mons. Gadecki, Mons. Livieres (+), Mons. Schneider, etc., etc.
El P. Santiago Martín, fundador de los Franciscanos de María, señaló: “La práctica totalidad de los movimientos presentes en Roma […] está a favor de mantener la Doctrina Tradicional. Todos quieren […] que se trate con el máximo amor a los divorciados para que no se sientan excluidos de la Iglesia, pero sin que eso suponga devaluar la Eucaristía y permitir que se pueda acceder a ella sin estar en gracia”.
CINCO CARDENALES ESCRIBEN UN LIBRO REFUTANDO LAS HEREJÍAS DE KASPER
Cinco miembros del Colegio de Cardenales se unieron para escribir un libro en defensa de la doctrina de la Iglesia sobre los católicos divorciados en nueva unión y afirmaron que se trata del enfoque más misericordioso que puede esperarse. En ninguno de los casos, bíblicos o patrísticos, estos estudiosos encuentran argumentos a favor del tipo de 'tolerancia' que propone el Cardenal Kasper con respecto a los divorciados en nueva unión.
El libro “Remaining in the Truth of Christ: Marriage and Communion in the Catholic Church” (Permaneciendo en la verdad de Cristo: Matrimonio y comunión en la Iglesia Católica) ofrece una respuesta y refuta con toda la doctrina católica y la práctica de la Iglesia durante toda su historia, la propuesta del Cardenal Walter Kasper para que católicos divorciados en nueva unión pudieran recibir la Eucaristía.
Los cinco cardenales autores del libro son Gerhard Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; Raymond Leo Burke, Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica; Walter Brandmüller, presidente emérito del Comité Pontificio de Ciencias Históricas; Carlo Caffarra, Arzobispo de Bolonia y uno de los teólogos que han asesorado a la Santa Sede en cuestiones de moralidad y familia; y Velasio De Paolis, Presidente emérito de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede. Además de los purpurados, cuatro profesores y teólogos expertos también han hecho contribuciones al libro: Robert Dodaro (OSA), el editor John Rist, el jesuita Paul Mankowski y el Arzobispo Cyril Vasil. (Fuente: AQUÍ).
ACTITUD NECESARIA
Más allá de cualquier matiz y diferencia que pueda existir en otros rubros, es fundamental -en este gravísimo momento- que exista por parte de todos un rechazo absoluto a cualquier pretensión de los modernistas de enmendarle la doctrina a Cristo y a la Sagrada Escritura que es la Palabra de Dios. Recordemos lo que señala Kempis, en su obra Imitación de Cristo (I, V): "No quieras saber quién lo dice, sino atiende a lo que dice". Más allá de quién lo señala, lo vital para el alma es mantener la fidelidad a la doctrina perenne revelada por Dios y custodiada por la Iglesia Católica, Apostólica y Romana durante 2,000 años. Recordemos que San Pío X* nos advirtió que ellos -los modernistas- traman la ruina de la Iglesia no desde fuera, sino desde dentro y que el peligro se encuentra en las entrañas mismas de la Iglesia por las maquinaciones de estos quintacolumnistas.
El solo hecho de hacer encuestas públicas, cuestionar, deliberar y someter a votación verdades católicas ya definidas es algo inédito, absurdo y gravísimo, sea cual fuere el resultado final. Y esto, parecen muy pocos los que lo advierten. De cualquier modo, oremos, oremos mucho por el Sínodo.
El solo hecho de hacer encuestas públicas, cuestionar, deliberar y someter a votación verdades católicas ya definidas es algo inédito, absurdo y gravísimo, sea cual fuere el resultado final. Y esto, parecen muy pocos los que lo advierten. De cualquier modo, oremos, oremos mucho por el Sínodo.