En una entrevista a INFOVATICANA el pasado mes de abril que ahora recuperamos ante los recientes ataques islamistas en París, monseñor Oliver Dashe Doeme, obispo de Maiduguri en Nigeria, ha denunciado que la inactividad de Occidente ante el fundamentalismo islámico ha provocado la situación actual en la que se encuentran muchos países bajo el dominio de la tiranía yihadista.
Monseñor Dashe asegura que es necesario reaccionar ante las atrocidades que los islamistas del grupo terrorista Boko Haram están cometiendo en su país y se confiesa partidario de una intervención militar occidental en Nigeria. “Como ser humano tengo miedo, pero estoy dispuesto a morir por Cristo”, sostiene este obispo al relatar la amenaza con la que se ven obligados a convivir cada día miles de cristianos en Nigeria a causa de la persecución del fundamentalismo islámico.
Monseñor Dashe asegura que es necesario reaccionar ante las atrocidades que los islamistas del grupo terrorista Boko Haram están cometiendo en su país y se confiesa partidario de una intervención militar occidental en Nigeria. “Como ser humano tengo miedo, pero estoy dispuesto a morir por Cristo”, sostiene este obispo al relatar la amenaza con la que se ven obligados a convivir cada día miles de cristianos en Nigeria a causa de la persecución del fundamentalismo islámico.
En los últimos años, la persecución a los cristianos se ha recrudecido. ¿Qué hay detrás del odio de los yihadistas a los cristianos, cree que también existe una intención de provocar a Occidente?
El Islam es una religión que no admite otras religiones, lo dice el Corán. Por otro lado, está lleno de contradicciones, porque hay versículos que son más moderados, pero otros incitan a acabar con todo aquellos que no pertenezcan al Islam. El Corán está impregnado de violencia y desde ahí se puede entender el ataque a otras religiones. El cristianismo, por su parte es un proyecto de Dios y nosotros nunca vamos a convertirnos al Islam por mucho que lo intenten.
Ante el ataque del odio yihadista, ¿cómo pueden los cristianos evitar caer también en una espiral de odio y de violencia?
La violencia no es parte del cristianismo. Cristo en Getsemaní cuando Pedro levantó la espada para defenderle, le reprendió porque “quien a hierro mata, a hierro muere”. La lucha que tenemos que librar, la libra por nosotros la Virgen María. En Nigeria, nunca hemos sido partidarios de dar armas al pueblo, porque así no vamos a vencerles, la violencia es algo que dominan mucho mejor que nosotros.
Es inmenso el daño que está haciendo Boko Haram a la sociedad, a la Iglesia y a la gente. Respecto a la Iglesia se puede hablar de una destrucción colosal, especialmente si hablamos de la Iglesia católica. Muchas iglesias son destruidas, muchos conventos son arrasados y las monjas se han visto obligadas a huir, las escuelas son derruidas y los estudiantes atacados. Las personas que se niegan a convertirse al Islam son asesinadas y muchos se ven obligados a huir a países como Camerún. En total, unas 15.000 personas han sido asesinadas por Boko Haram en los últimos años y la organización ha conseguido sembrar el caos en el país.
¿Por qué esta organización terrorista persigue especialmente a la Iglesia Católica?
Porque somos muchos. La religión más extendida en Nigeria es la cristiana y es algo que los fundamentalistas tienen que combatir. Somos muchos y es algo que no va a cambiar por mucho que intenten convertir a la gente a la fuerza.
Sin embargo, gran parte de los católicos están huyendo de las regiones en las que crece el poder de Boko Haram, entre ellas su diócesis. ¿Cómo es dirigir una diócesis en esas circunstancias?
No es fácil. Es muy difícil llevar una diócesis así, pero aunque la mayoría de los católicos huyan, todavía hay miles que permanecen y a los que se me ha encargado asistir y reconfortar. Yo siempre permaneceré con mis fieles, porque son mi rebaño y porque nada les conforta más que ver que su cura sigue ahí, que su pastor está con ellos y para ellos. Cristo dijo “Yo estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos” y yo estoy dispuesto a estar con los míos hasta el final.
¿Usted tiene miedo de ser torturado o asesinado?
Como ser humano que soy, tengo miedo. Y es muy normal estar asustado, es muy normal el miedo. He vivido momentos de mucha ansiedad, pero eso no me impide hacer lo que tengo que hacer. No me impide ir a celebrar misa, a atender a los fieles, a darles valor y confortarles… Sé que en cualquier momento puedo morir, y si tiene que ocurrir, ocurrirá. Mira mis calcetines -dice mientras se señala sus calcetines rojos-, son del color de la sangre de Cristo. Y mira mi cruz -y señala la cruz pectoral- que es la cruz de Cristo. Lo que tenga que ocurrir, ocurrirá.
¿Y teme por el futuro de la Iglesia en su diócesis y en Nigeria?
Hay momentos en los que sí veo el futuro muy negro porque yo no puedo dejar de ver la devastación de la Iglesia*, los conventos saqueados… Pero entonces me acuerdo de las promesas de Jesucristo. Él nos dijo que seríamos perseguidos pero que no perdiéramos la esperanza. Todo lo que ha sido destruido volverá a florecer. Eso les digo yo a veces bromeando a los que están en el Vaticano, que la iglesia de Maiduguri se convertirá en la iglesia central cuando las cosas mejores.
¿Cómo es la fe de los cristianos en Nigeria? Desde su experiencia, ¿cree que el sufrimiento y la persecución la hace más auténtica?
La fe que nace de la persecución es muy fuerte y auténtica, nuestra fe es muy fuerte. Aparte de que la mayoría de los católicos acuden a la eucaristía y a todas las oraciones, la unidad entre los fieles es mucho más estrecha porque se apoyan los unos a los otros. Se vive y se comparte la fe. Los cristianos somos un testimonio y yo me he dado cuenta de que con mi vida también lo soy. Yo no pertenezco a la diócesis de Maiduguri, pertenezco a una menos amenazada por la violencia terrorista, y me designaron para estar allí. Y el hecho de que yo permanezca en Maiduguri hace que mucha gente pueda tener la fortaleza de resistir.
*Nota de Catolicidad: La Iglesia Católica se reconoce como la única y verdadera fundada por Cristo-Dios. Rechaza el error, cualquier error, -porque cree- pero acoge al errado -porque ama-, al igual que rechaza firmemente el pecado pero acoge con caridad al pecador. No busca la muerte ni la aniquilación de quienes viven en el error, por el contrario: pretende -con verdadera caridad- su conversión y su entrada al único y seguro camino enseñado por Dios para la salvación de los hombres. Siguiendo el ejemplo de N.S. Jesucristo, rastrea, rescata y acoge a la oveja perdida, de ahí que su misión sea la predicación del Evangelio de Cristo y el anuncio de la Buena Nueva, pues persigue la salvación de las almas mediante la adhesión de éstas a la verdadera fe y a la Voluntad de Dios.
*Nota de Catolicidad: La Iglesia Católica se reconoce como la única y verdadera fundada por Cristo-Dios. Rechaza el error, cualquier error, -porque cree- pero acoge al errado -porque ama-, al igual que rechaza firmemente el pecado pero acoge con caridad al pecador. No busca la muerte ni la aniquilación de quienes viven en el error, por el contrario: pretende -con verdadera caridad- su conversión y su entrada al único y seguro camino enseñado por Dios para la salvación de los hombres. Siguiendo el ejemplo de N.S. Jesucristo, rastrea, rescata y acoge a la oveja perdida, de ahí que su misión sea la predicación del Evangelio de Cristo y el anuncio de la Buena Nueva, pues persigue la salvación de las almas mediante la adhesión de éstas a la verdadera fe y a la Voluntad de Dios.