"Cuida de tu cuerpo como si fueras a vivir
por siempre; cuida de tu alma como si
fueras a morir mañana."
~San Agustín de Hipona
Es el paso decisivo. Si lo yerras, estás perdido por toda la eternidad. Si aciertas, estás seguro... Todo tiene remedio menos la muerte, aunque sea con escarmientos. La muerte es una sola, hay que acertar a la primera. “Del lado que caiga el árbol, de aquel lado quedará”.
Vive en cada momento como si entonces tuvieras que morir.
Haz cada una de estas cosas como si supieras que era aquélla la última.
Vive en cada instante de manera que, si el Angel de la Guarda te preguntara: “Este es el último momento, ¿qué quieres hace?”, le puedas contestar: “Lo que estoy haciendo”.
Cuando Dios da por dentro un remordimiento, pregúntate: “¿Harías esto a la hora de la muerte?” Pues no lo hagas ahora.
¿Sabes cuál es el momento tuyo?
P. Eusebio Hernández García, S.J. EJERCICIOS IGNACIANOS COMPLETOS, Tomo I, Meditaciones y contemplaciones 4ta. edición, 1963