Las preguntas que encabezan este post nos fueron hechas por un amable lector.
En vez de contestar en los comentarios, juzgamos conveniente responder con este post, pues consideramos será del interés de los demás lectores de CATOLICIDAD.
Para ello colocamos un video del Cardenal Francis Arinze, Prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos. Nadie más conocedor de este tema. Naturalmente la respuesta se extiende a todo tipo de música profana.
Por consiguiente, quien introduce esta música en la liturgia desobedece gravemente a la Iglesia. El templo no es un sitio para shows. Lo lamentable es que no se tomen las medidas disciplinares para impedirlo. La autoridad es para ejercerse, no sólo para disponer y legislar téoricamente. De ahí tantos abusos en muchos lugares donde las leyes y disposiciones son letra muerta.