Cuando Jesús entró en Jerusalén la gente lo aclamaba porque esperaban un mesías solo para lo material y humano. Cuando Jesús exhorta a la conversión, a la cruz, a la humildad… entonces ese “cristo” ya no interesa y hay que matarlo. Es lo que HOY hacemos: queremos un “dios”, a nuestra manera y por eso no soportamos al verdadero Dios en Cristo Jesús.
P. Santiago González
Fuente: Adelante la Fe._______________________________