Esta ilustración data de 1736 en una epidemia de viruela que azotó la Ciudad de Méjico, Don Juan Antonio de Vizarrón y Eguiarreta Virrey de la Nueva España y Arzobispo de Méjico ordenó sacar la Bendita tilma en procesión poniendo fin a la epidemia, a petición del Virrey a Su Majestad Católica el Rey Don Fernando VI quien a su vez así lo pidió a la Santa Sede, Ntra Sra. De Guadalupe fué nombrada escudo protector de la Ciudad de Méjico.
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