“Acuérdese todo pecador que hay muy grande diferencia de pecar por costumbre (con obstinación) y pecar accidentalmente (por fragilidad) y no por costumbre; y sepa cierto que es necesario a los hombres dejar los pecados de costumbre EN VIDA y no aguardar, por dejarlos, a la hora de la muerte...”.
“Para la salvación de mi alma me es tan necesario desacostumbrarme a pecar, por cuanto los pecados de costumbre son los que llevan a los hombres al Infierno...”.
San Francisco Javier