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VERDADES DICHAS CON HUMOR


19 DE MARZO: EL SILENCIO DE SAN JOSÉ

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San José, cuya fiesta celebraremos hoy, no abría mucho los labios, pero fue el fiel ejecutor y custodio de la Palabra de Dios que habitó entre nosotros.

San José, fue esposo de la Virgen María y padre adoptivo de nuestro Señor Jesucristo. Como primer dato sabemos que fue de oficio carpintero ya que Cristo fue llamado Hijo de José, el carpintero (Mt 13,55; Jn 1,45; 6,42; Lc 4,22). San José es además modelo de los trabajadores, por esta razón es que también la Iglesia lo celebra el 1 ° de Mayo como San José Obrero. La misión de San José aquí en la tierra consistió en velar por la Sagrada Familia que Dios le había encomendado, tarea que no le fue nada fácil, pues tenía en su encomienda cuidar del Salvador del Mundo, formarlo y educarlo, lo cual desempeñó de una manera muy especial, ya que tenía a su lado dos grandes amores: la Virgen María y a Jesús. ¡Qué gran privilegio habrá sido para él! San José, al igual que María, pasó por grandes dolores que la Iglesia recuerda muy bien, pero a la vez fue recompensado por grandes alegrías. El primero fue ver nacer a Jesús muy pobremente en una cueva, pero su alegría fue ver cómo los ángeles llegaban a adorarlo al igual que los pastores y los Magos. El segundo dolor fue la presentación del Niño en el templo al oír que sería causa de división para algunos en Israel, y su alegría fue saber que este Niño sería luz de las naciones. La Huida a Egipto es el tercer dolor, al enterarse de que Herodes quería matar al Niño, llegan a un país desconocido y costumbres diferentes, a esta angustia lo recompensa llegar con bien y ser bien recibido en dicha tierra. El cuarto dolor fue al perderse el Niño en el templo, qué gran angustia habrá sido para San José, a este sufrimiento le correspondió haberlo encontrado sano y salvo y verlo crecer hasta que murió san José. El último dolor fue su santa muerte, que se vio recompensada por tener con él a su querida familia, las personas más santas de la tierra.

Sabemos que San José fue totalmente casto y que la Santísima Virgen María concibió por obra del Espíritu Santo, ya que ambos tenían votos de castidad, por eso podemos decir que San José es el padre virginal de Jesús: no lo engendró Él, pero sí cuidó del Niño como verdadero padre. Por esta razón algunas imágenes de San José, y más en la antigüedad, lo pintan como un hombre ya de edad, y así indirectamente quieren reafirmar la virginidad de María, lo más probable es que San José haya sido un hombre joven cuando se comprometió con María, la tradición lo ha puesto entre los 25 y 30 años. Muy poco se conoce de la vida de San José, solamente dos Evangelios nos dan algunos detalles: en Mateo (1,1-16.20) y en Lucas (1, 27), se nos dice que era descendiente de David. Un dato curioso es que en ninguno de los relatos evangélicos se ha escuchado palabra alguna de José. Sólo se conocen obras y actos de él, por esto es que se le ha conocido como el Santo del silencio, ésta es una manera de enseñarnos que por medio del silencio podemos llegar a amar a los demás y llegar a la Santidad. Él desde su oficio, sus quehaceres diarios y el silencio de su corazón llevaba consigo al mismo Dios, iba construyendo su propia morada, que al igual que la Virgen Santísima iba guardando todo en su corazón. Un elogio muy grande que se le hace a San José es que fue un hombre justo. Esto lo vemos en el relato de Mateo, donde se nos dice que María quedó embarazada por obra del Espíritu Santo; y José, que era un hombre justo y no queriéndola poner en evidencia, pensó dejarla silenciosamente y en secreto, y fue cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le explicó todo este acontecimiento (Mt 1, 20-21), ahora en el libro de Ezequiel (18, 5-9) vemos quién es un hombre justo, que sin duda San José tuvo todas estas cualidades.


Muerte de San José. Pintura de Alonso Cano. S. XVII
De su muerte no tenemos ningún dato, pero lo más probable es que haya muerto durante la juventud de Jesús o antes de que iniciara su vida pública, ya que a partir de las Bodas de Caná ya no se hace mención de él, pues si viviera en ese momento, lo más seguro es que los acompañaría, como también hubiera estado acompañando a María en la Pasión de Jesucristo. La muerte de San José fue una muerte dulce, según nos dicen algunos teólogos de la Iglesia. Podemos decir que murió de la forma más santa, acompañado de Jesús y de María. Se cree que murió del inmenso amor que le tenía a estas dos personas, sus dos grandes amores, por esta razón también se le ha considerado patrono de los moribundos o de la Buena Muerte.

Así como Jesucristo es el cuerpo de la Iglesia y María Madre de la Iglesia, también a San José se le ha puesto como protector de la Iglesia Universal. Fue el Papa Pío IX, en el Concilio Vaticano I, quien declaró y constituyó a San José Patrono Universal de la Iglesia el 8 de diciembre de 1870. 

En San José se han visto grandes prodigios, es el santo del silencio, modelo de los trabajadores, hombre justo, padre virginal de Jesús, entre otras cosas; por eso, en esta fecha que celebramos a San José pidamos su intercesión para que cuide de nuestras vidas y que nos ayude a amar a su Hijo Jesucristo en la persona de nuestros hermanos.

ORACIÓN A SAN JOSÉ

San José, casto esposo de la Virgen María intercede para obtenerme el don de la pureza.
Tú que, a pesar de tus inseguridades personales supiste aceptar dócilmente el Plan de Dios tan pronto supiste de él, ayúdame a tener esa misma actitud para responder siempre y en todo lugar, a lo que el Señor me pida.


Varón prudente que no te apegas a las seguridades humanas sino que siempre estuviste abierto a responder a lo inesperado obténme el auxilio del Divino Espíritu para que viva yo también en prudente desasimiento de las seguridades terrenales.


Modelo de celo, de trabajo constante, de fidelidad silenciosa, de paternal solicitud, obténme esas bendiciones, para que pueda crecer cada día más en ellas.


Todos los temas relacionados (haz click): 

RECONOCIMIENTO DE LA REALEZA SOCIAL DE CRISTO DIOS

QUÉDATE, SEÑOR, CONMIGO por el Padre Pío (audio y texto)

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   Quédate conmigo, Señor, pues es necesario tenerte presente para no olvidarte. Tú sabes con que facilidad te abandono.
Quédate conmigo, Señor, porque soy débil y necesito tu fuerza, para que no caer tan a menudo.
Quédate conmigo, Señor, porque Tú eres mi vida y sin Ti estoy sin fervor.
Quédate conmigo, Señor, porque eres mi luz y sin Ti estoy en tinieblas.
Quédate conmigo, Señor, para mostrarme tu voluntad.
Quédate conmigo, Señor, para que oiga tu voz y te siga, porque deseo amarte mucho y estar siempre en tu compañía.
Quédate conmigo, Señor, si quieres que te sea fiel, porque aunque mi alma es tan pobre, desea ser par a ti un lugar de consuelo y un nido de amor.
Quédate conmigo, Señor, porque se hace tarde y el día declina, es decir, la vida pasa. La muerte, el juicio y la eternidad se acercan. Y es necesario recobrar mis fuerzas, para no detenerme en el camino y por eso necesito de ti. Se hace tarde y la muerte se acerca, temo a las tinieblas, a las tentaciones, a la sequedad, a las cruces, a las penas. Necesito de ti,  Jesús mío, en la noche del exilio.
Quédate conmigo, Señor porque en esta noche de la vida y de los peligros, necesito de ti.
Haz que yo te reconozca como tus discípulos en la fracción del pan, es decir que la Comunión Eucarística sea la luz que disipe las tinieblas, la fuerza que me sostenga y la única alegría de mi corazón.
Quédate conmigo, Señor, porque en la hora de mi muerte, yo quiero permanecer unido a ti, y si no es por la Comunión, que por lo menos sea por la gracia y el amor.
   Quédate conmigo, Señor, yo no te pido los consuelos divinos porque no me los merezco, pero sí te pido el don de tu presencia.
  Quédate conmigo, Señor, es sólo a Ti a quien busco, tu amor, tu gracia, tu voluntad, tu corazón, tu espíritu, porque yo te quiero y no pido otra recompensa que la de amarte más con un amor firme y práctico: Deseo amarte con todo mi corazón aquí en la tierra para seguir amándote perfectamente por toda la eternidad.
Amén.



POR LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ

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Por Sor Clotilde García Espejel, E.D.

Signarse

El mundo, "super civilizado", de hoy es totalmente contradictorio y absurdo, niega en honor a su "ciencia" muchas verdades de la Fe, entre otras, la existencia del demonio, y sí, en cambio, cree y vive lleno de supersticiones como el horóscopo, el tarót, el espiritismo, la adivinación, en fin múltiples supercherías. El hombre desconoce a La Providencia Divina y el Libre Albedrío y pone su fe y su confianza en la suerte y la casualidad.

Y en ese ambiente de falsedades y contradicciones ha olvidado, no sólo los auténticos valores, sino a los grandes enemigos del hombre: EL MUNDO, EL DEMONIO y la CARNE; así como la poderosa forma de combatirlos: la ORACIÓN y la SEÑAL DE LA CRUZ .

Conocemos, por nuestras misiones, los grandes problemas de la humanidad: sobre todo de las familias donde se vive el disimulo, las malas convicciones, las divisiones, las riñas, las envidias, el ocio, la venganza... ¡Nada de caridad cristiana! Todo fundado, nacido de la soberbia.

Diariamente somos informados de terribles y trágicos asaltos donde mueren personas inocentes, padres de familia... en manos de cobardes criminales sin escrúpulos. Crímenes realizados por dinero, bajas pasiones y de tal forma ejecutados que el riquísimo idioma castellano, ya no tiene adjetivos para calificarlos.

Bienaventurada eres porque en tus brazos
estuvo sostenido el precio del mundo
Violencia, vicios, inmoralidades, etc. y, desde luego, todos hacemos angustiosos comentarios; pero nadie percibimos los motivos ni hacemos nada para detener al demonio quien, a través de los hombres empedernidos en el mal, se hace manifiesto en tan brutales acciones.

El hombre ha dejado a Dios o tiene un dios a su manera, y sólo busca el placer, el poder y el dinero, no le importa el ser, sino el tener para satisfacer su propio yo.

¡HERMANOS!, ayudemos a parar esta fuerza devastadora de maldades, crímenes, orgías, templos satánicos, supersticiones e impiedad, rezando y usando de la Santa Cruz, no como un talismán o algo mágico; sino con la Fe en la Cruz que es, no sólo la insignia y Señal del cristiano, sino que lo es porque fue el objeto que usó Cristo Nuestro Señor para redimirnos y que entregó al mundo para que no olvidara su origen y su destino dándole con su muerte una fuerza incomparable contra el mundo, el demonio y la carne.

Si Cristo, muriendo en la Cruz nos arrebató del poder de la tinieblas, con mayor razón podrá con ella, salvamos de todo peligro de alma y de cuerpo.

Limitemos, con ella, la maldad del hombre contra el hombre; del prójimo contra el prójimo; del hermano contra el hermano.

Persignémonos siempre que nos sea posible.

La Santa Cruz es la Insignia o Señal del cristiano, es el estandarte que representa al pueblo católico, mas no es un frío estandarte, sino una brillante Cruz que nos invita al sacrificio, a la renuncia y nos defiende del enemigo.

"Eres Árbol hermoso y resplandeciente adornado con la púrpura del Rey ... Bienaventurada eres porque en tus brazos estuvo sostenido el precio del mundo... Ninguna selva produce un Árbol tan hermoso por sus flores y sus frutos ...". De esta manera divina, profunda, trascendente y poética se expresa la Iglesia sobre la Santa Cruz.

Crucifijo con medalla de San Benito
El gran San Juan Crisóstomo dice: "La Cruz es magnificencia de los Reyes, escudo perfecto, libertad de los esclavos... gloria de los mártires ... fundamento de la Iglesia".

La Santa Cruz es Insignia y Señal del Cristiano por que Cristo, Dios y Hombre verdadero, la eligió para redimirnos y porque, al persignarnos confesamos el fundamental y bellísimo Misterio de la Santísima Trinidad, el Misterio de la Redención y con él el Misterio de la Encarnación.

Confesamos el misterio de la Santísima Trinidad, cuando decimos: "En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo", confesando al mismo tiempo su Unidad, pues no decimos en los nombres, sino en el Nombre y las tres cruces al signarnos manifiestan a las Tres Personas de la Santísima Trinidad.

Confesamos el Misterio de la Redención, porque usamos de la Cruz donde fuimos redimidos, y, de algún modo, se nos hace presente el Misterio de la Encarnación; ya que no podemos concebir la Redención sin la presencia de La Segunda Persona de la Santísima Trinidad que bajó del Cielo y tomó nuestra naturaleza humana en el vientre virginal de la Santísima Virgen.

Además la Cruz es nuestro consuelo, pues consideramos que nuestros sufrimientos sólo son un remedo de los de Cristo en la Cruz que antes El padeció por nosotros. Añadiendo que la Cruz Santa nos marca nuestro destino eterno: El Cielo.

Una niña protestante dijo cierto día la a su padre:

- No puedo ver a Enrique VIII.
- ¿Y por qué?
- Porque nos quitó los crucifijos,
- ¿Cómo? ¿Ya te has vuelto papista?
- No, Papá
- ¿Tu aya te ha metido eso en la cabeza?
- No, nada me ha dicho.
- ¿Pues de dónde has sacado esas ideas?
- Mira papá: el otro día estaba yo muy triste y quería consolarme. Fui a buscar a mamá, pero estaba en cama, enferma, tu habías salido a la calle y yo no podía consolarme contigo. En esto, pasando por la sala vi tu retrato, lo cogí, lo abracé, lo besé; ya con esto se me quitó la tristeza. Con mayor razón ha de consolarnos la imagen de Cristo que es nuestro Padre. ¿Por qué razón sólo los papistas han de tener el retrato de Cristo para consolarse? Yo lo quiero tener.

El corazón del padre no pudo resistir a tan tierna súplica y a pesar de ideas, compró un crucifijo, lo adornó y lo regaló a su hija. Poco después la niña se hizo católica y, posteriormente sus padres.

Usamos la Santa Cruz, signándonos y santiguándonos y persignándonos:

a) Signándonos, cuando hacemos tres cruces con la mano derecha: la primera en la frente diciendo:
"Por la señal de la Santa Cruz'; la segunda en la boca diciendo: "de nuestros enemigos" y la tercera en el pecho diciendo: "líbranos, Señor, Dios nuestro",

Santiguarse
b) Santiguándonos, con la mano derecha extendida y llevándola a la frente diciendo "En el nombre del Padre", se baja al pecho y se dice: "..y del Hijo", y del hombro izquierdo al derecho diciendo: "...y del Espíritu Santo Amén".

c) Persignándonos, que no es otra cosa que signarse y santiguarse conjuntamente.

Hemos de usar la señal de la Cruz al levantarnos, al acostarnos y al salir de nuestra casa, al volver a ella, al empezar cualquier trabajo, al ser tentados por el maligno movidos al mal por nuestra propia concupiscencia, en cualquier peligro que aceche al alma o al cuerpo y siempre que podamos hacerlo y será gran remedio contra tanto mal que hay en el mundo.

Si Cristo venció por la Cruz, nosotros triunfemos con ella. Hagamos la Cruz con Fe, con profundidad, y así nuestra Esperanza será fortificada y nuestra Caridad encendida y abrazada en el amor de Dios. San Benito iba a ser envenenado por uno de los jóvenes a quienes había reprendido, pero San Benito hizo la señal de la Cruz en la sopa antes de tomarla y ésta estalló derramándose así el veneno.

Fue Cristo nuestro Señor quien nos enseñó las palabras usadas para santiguarse, otros afirman que la forma también fue enseñada por Él. Pues dice Nicéforo, que San Juan Evangelista usó la forma y las palabras de santiguarse para morir. (Catecismo de Ripalda por el padre Luis Vega, S.J.).

Los Católicos llevamos la mano derecha extendida de izquierda a derecha para signarnos porque pasamos de las tinieblas a la luz.

Ten un crucifijo en tu recámara o dormitorio y hónralo con tu buena conducta. Ojalá llevaras en tu pecho una cruz que te recordara que eres cristiano y que debes vivir como tal y finalmente persígnate siempre que te sea posible sin fanatismos ni exhibicionismos.

 Fuente: Hermanas Eremitas de Dios

QUERIDA FUTURA MAMÁ

250 MIL PERSONAS PARTICIPAN EN LA MARCHA POR LA VIDA EN PERÚ. TAMBIÉN EN ESPAÑA MILES MARCHARON CONTRA EL ABORTO.

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CARDENAL CIPRIANI: «EL PERÚ LE DICE SÍ A LA VIDA Y NO AL ABORTO»


Los organizadores de la Marcha por la Vida en Lima (Perú) estimaron en más de 250 mil las personas que colmaron alrededor de 40 cuadras de la Av. Brasil, expresando su defensa de la vida y su oposición a la aprobación de cualquier tipo de aborto en el país. La marcha, organizada por el Arzobispado de Lima, y que contó con el apoyo de diversas organizaciones privadas, comenzó en el cruce de las avenidas Javier Prado y Brasil, para culminar en el Campo de Marte.
23/03/14
(ACI/InfoCatólica) Entre los cientos de miles de participantes, se encontraban jóvenes, adultos, niños e incluso madres embarazadas que marcharon con sus polos y pancartas, con lemas alusivos a la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, y su oposición al aborto.

En el evento también se hicieron presentes reconocidas personalidades de la política peruana, así como músicos populares y personajes culturales.

En 2013, la Marcha por la Vida congregó más de 100 mil personas, que celebraron el Día del Niño por Nacer, el 25 de marzo, aprobado por ley en Perú en 2002. En esta ocasión, la expectativa era de 200 mil participantes, pero se ha superado ampliamente esa cifra.

La Marcha por la Vida Lima 2014 concluyó con un concierto, en el Campo de Marte.

En un mensaje remitido al Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, el Papa Francisco expresó su saludo a los organizadores y a los participantes de la Marcha por la Vida, por «tan loable iniciativa».

En la carta, firmada por el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, el Santo Padre alentó a los participantes de la Marcha por la Vida a «esforzarse decididamente por cuanto contribuya a acoger la vida humana desde su primer instante, cuidándola con respeto y ternura y promovíendola siempre, pues la vida es el derecho básico y fundamental de todo hombre y mujer».

En sus palabras a los participantes de la Marcha por la Vida, el Arzobispo de Lima exhortó a respetar «la vida, hagamos un Perú en el que haya lugar para todos. La inclusión del niño que está en el vientre de su madre».

Con esta masiva manifestación, «el Perú le dice sí a la vida y no al aborto», aseguró el Cardenal Cipriani.




CELEBRACIÓN DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA VIDA EN MADRID

Miles de personas marchan contra el aborto y por el apoyo a la maternidad

Tras una pancarta de 15 metros con el lema ‘Sí a la vida’, el presidente de HazteOir.org, Ignacio Arsuaga, ha indicado a Europa Press que quieren que su voz se escuche «más fuerte que la de los abortistas» y que llegue al Gobierno al que piden que sea «valiente» para «derogar» la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo y para aprobar «cuanto antes» el anteproyecto de Ley para la Protección de la Vida del concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada.
23/03/14 
(EP/HO/InfoCatólica) Miles de personas, más de 100.000 según los organizadores, han marchado este domingo desde la Plaza de Cibeles hasta la Puerta del Sol en contra del aborto, a favor de la vida desde la concepción y por el apoyo a la maternidad.
La portavoz de Derecho a Vivir, Lorena Díaz, ha pedido al Gobierno que incluya una dotación presupuestaria para ayudar a las mujeres embarazadas. «No podemos permitir que más de 300 niños mueran al día, necesitamos 280.000 niños de reemplazo generacional que son abortados», ha precisado.
Entre gritos de ‘Que se vayan y dejen a los niños vivir’, el presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco, ha explicado que piden que se vayan «a todos aquellos que quieren atentar contra la vida de los niños» y ha reclamado al Gobierno que apruebe ya la nueva ley, un texto que los convocantes de esta marcha quieren que vaya acompañado de políticas activas de apoyo a la maternidad.
Padres con sus hijos, grupos de jóvenes y mayores con gorras, pañoletas y globos de color verde han marchado desde el mediodía proclamando gritos de ‘Sí a la vida, aborto no’, ‘Vivan las madres, vivan los padres’ y ‘Las embarazadas están abandonadas’.
«La manifestación de hoy, mucho más numerosa que las de los abortistas, demuestra que la mayoría de la sociedad quiere que el Gobierno derogue la ley Aído» subrayó Arsuaga (presidente de HO), y agregó: «esta manifestación no es más que una de las muchas acciones que desde HazteOir.org, Derecho a Vivir y todos los grupos provida vamos a promover en los próximos meses».

LOS SACRAMENTOS DEL BAUTISMO Y DE LA CONFIRMACIÓN. CATECISMO EN VIDEOS. TEMA DOCE.

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A continuación publicamos el doceavo tema de esta serie de videos para catequesis. Como explicamos en el primer tema, el material está plenamente apegado al dogma y cuenta con la aprobación del entonces arzobispo primado de México. Está dirigido a niños y adolescentes pero también es útil y aprovechable para adultos. Seguramente muchos lectores adultos aprenderán aspectos que desconocían de su fe y de la historia sagrada.

Es muy aconsejable que los papás lo vean conjuntamente con sus hijos, pues es un material muy didáctico y con doctrina segura, para que lo utilicen como complemento en la catequesis familiar. Por supuesto, será de gran utilidad y apoyo didáctico, también, para el catecismo en grupos de iglesias y parroquias.

Para ver todo lo editado (las demás partes de la serie se irán publicando paulatinamente), basta hacer click en nuestra etiqueta: 

CONCORDANDO CON LA FIESTA DE LA ANUNCIACIÓN AYER SE CELEBRÓ EL DÍA DEL NIÑO POR NACER

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Ayer se celebró la Solemnidad de la Anunciación del Señor, cuando, en la ciudad de Nazaret, el ángel del Señor anunció a María: Concebirás y darás a luz un hijo, y se llamará Hijo del Altísimo. María contestó: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y así, llegada la plenitud de los tiempos, el que era antes de los siglos el Unigénito Hijo de Dios, por nosotros los hombres y por nuestra salvación, se encarnó por obra del Espíritu Santo de María, la Virgen, y se hizo hombre.

En esta misma fecha se ha instituído, en diversos países, el Día del Niño por Nacer, que busca conmemorar, promover y defender la vida humana desde que ha sido concebida, en el vientre de su madre.

Aci prensa detalla:
"En diciembre de 1998, esta fecha fue instituida en Argentina, por el presidente Carlos Saúl Menem. Este, a pocos días de celebrarse esta fiesta en 1999, alentó a los presidentes de toda América Latina a sumarse a esta iniciativa.

En 1999, esta celebración fue acogida legalmente por Guatemala y Costa Rica, mientras que Nicaragua la asumió al año siguiente tras un dictamen del entonces presidente de la República, Arnoldo Aleman.
En República Dominicana esta fecha fue aprobada a inicios de 2001 y en Perú por ley en 2002.
La fiesta también es celebrada el 25 de marzo en El Salvador, Uruguay, España, México, Austria, Eslovaquia, Cuba y Filipinas.
Ecuador ha instituido como el Día del Niño por Nacer el 25 de marzo, desde 2006, mientras que Chile celebró esta fiesta por primera vez de forma oficial, tras ser aprobada por los legisladores y el presidente.
Con ocasión del Día del Niño por Nacer se han convocado diversas marchas y celebraciones, como las que en diversas ciudades de Perú, el 22 de marzo, reunieron un total superior a los 300 mil ciudadanos en defensa de la vida.
En España, el 23 de marzo miles marcharon en las principales ciudades del país diciendo “Sí a la vida”.
En diversas ciudades de Argentina realizarán actividades por el Día del Niño por Nacer, al igual que en México, mientras que en Chile, entre otras iniciativas, la Fundación Chile Unido junto a Metro de Santiago repartirán más de tres mil flores blancas a las mujeres embarazadas como símbolo de pureza de las criaturas que llevan en su vientre".


EL REGALO (Cortometraje de 7 minutos)

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NORMAS PARA LEER LA BIBLIA

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REGLAS CATÓLICAS PARA LA LECTURA DE LA SAGRADA ESCRITURA
por Mons. Juan Straubinger


Como poseemos en el magisterio infalible de la Iglesia la próxima y última regla de nuestra fe, la lectura de la Sagrada Escritura no es requisito indispensable para nosotros. Sin embargo, desde los tiempos de los apóstoles hasta las más recientes manifestaciones de las autoridades eclesiásticas, fue inculcado y sigue siendo inculcado el leer y estudiar las Escrituras a fin de profundizar la fe y ampliar y arraigar los conocimientos religiosos, y principalmente, para conocer la persona, vida y doctrina de nuestro Salvador Jesucristo. “Ignora a Cristo quien ignora las Sagradas Escrituras.” (San Jerónimo).

Más aun insiste San Juan Crisóstomo en la lectura del libro divino, por ejemplo en su primera homilía a la Epístola de San Pablo a los romanos: “Como los ciegos se hallan incapaces de ir derecho, así los privados de la luz que resplandece de las Escrituras Divinas, yerran continuamente puesto que caminan en espesas tinieblas.”

¡Ay de los muchos que hoy en día recorren los caminos de un mundo tempestuoso sin la luz del Evangelio!

I. Leamos la Sagrada Escritura con espíritu de fe.

El hombre que vacila en la fe, “es semejante a la ola del mar alborotada y agitada por el viento, acá y allá” (Santiago 1, 6). El hombre de ánimo doble, que está dividido entre Dios y el diablo, es inconstante en todos sus caminos. En vez de enseñarle y consolarle, la palabra de Dios le sirve para su ruina.

¡Cuántas veces Nuestro Señor no ha insistido en la necesidad de la fe!: “Oh mujer, grande es tu fe; hágase conforme tú lo deseas. Y en la misma hora la hija quedó curada.” (Mat. 15, 28). Negó el médico divino varias veces su ayuda por faltar la fe, por la incredulidad de los suplican­tes. “Tenéis poca fe... si tuviereis fe, como un granito de mostaza, podréis decir a este monte: Trasládate de aquí a allá, y se trasladará y nada os será imposible.” (Mat. 17, 19). Jamás olvidemos el lamento del Señor: “¡Oh raza incrédula y per­versa! ¿hasta cuándo he de vivir con vosotros? ¿hasta cuándo habré de sufriros?” (Mat. 17, 16).

II. Leamos la Sagrada Escritura con espíritu de humildad.

Los misterios del reino de Dios no se revelan a la sabiduría puramente humana, por grande que sea el genio de sus maestros, sino sólo a los humildes. La humildad, la virtud de los pequeños es indispensable, para que el lector de la Biblia saque los valores intrínsecos del libro de los libros. Hay que volver a ser niño; hay que exponerse con espíritu sencillo e inocente a los rayos de la luz que, por falta de nombre adecuado, definimos con el nombre de misterios.

De otro modo no podríamos comprender el espí­ritu del Evangelio, ni aplicarlo a la vida: “En verdad os digo, que si no os volvéis y hacéis semejantes a los niños, no entraréis en el reino de los cielos.” (Mat. 18, 3). Y para grabar esta amonestación en los corazones de sus discípulos, Jesús llamando a un niño y colocándolo en medio de ellos, les dio una lección más elocuente que todas las palabras.

“Quien se humillase, será ensalzado.” (Mat. 23, 12). Quien con espíritu de niño se acerca a los tesoros de la Sagrada Escritura, los conseguirá. A los demás, los orgullosos y presumidos, los presuntuosos y ambiciosos se les cierra la puerta.

Saca, pues, saca, alma mía. El pozo es pro­fundo; y jamás se agotará.

III. Leamos la Sagrada Escritura con el propósito de reformar nuestra vida.

Mons. Dr. Juan Straubinger
La senda que conduce a la vida eterna, es estrecha, mientras que el camino que conduce a la perdición, es ancho y espacioso (Mat. 7, 13-14). ¿Quién será nuestro guía en la estrecha senda? Abre el Evangelio, lee las Escrituras; medita un ratito sobre las enseñanzas que te brinda el Evangelio en cada página; y encontrarás al guía que te hace falta. La palabra de Dios es uno de los medios más apropiados para nuestra salvación; sólo que debemos ponerla en práctica, como dice Santiago: “Recibid con docilidad la palabra ingerida que puede salvar vuestras almas. Pero habéis de ponerla en práctica, y no sólo escucharla, engañándoos a vosotros mismos. Porque quien se contenta con oír la palabra, y no la practica, este tal será parecido a un hombre que contempla al espejo su rostro nativo y que no hace más que mirarse, y se va y luego se olvida de cómo está.” (Santiago 1, 21-24). El Evangelio es, pues, el espejo en que hemos de contemplar el semblante de nuestra alma, para ver las faltas que la manchan. Si no, somos como aquel hombre olvidadizo que se engaña a sí mis­mo, no sabiendo cuál es su rostro.

Reformar la vida, conformar la conducta a los preceptos del Evangelio; he aquí los frutos más provechosos de la lectura del Evangelio. Leyén­dolo, meditándolo dejamos de ser injustos, menti­rosos, avaros, orgullosos. La palabra de Dios penetra en el alma como una espada de dos filos (Hebr. 4, 12), que ha de apartar a los malos de los buenos; que va a despertar a los ociosos y rechazar a los presuntuosos; que está destinada a humillar a los doctos vanidosos, pero a satis­facer a quien con razón recta y pura busca a Dios y la salud eterna.

¡Ojalá busquemos con toda el alma esa fuente de regeneración moral!

IV. Leamos la Sagrada Escritura todos los días.

¿Por qué todos los días? ¿No bastaría leer la Biblia una sola vez, como los otros libros, y des­pués depositarla en la biblioteca? No, amigo mío. La Sagrada Escritura es un libro de categoría superior, y no como los demás de tu biblioteca, muchos de los cuales, una vez leídos no valen más que el polvo que los cubre.

Hallábase en Alejandría, en Egipto, la más rica biblioteca que se conocía en la antigüedad, una verdadera maravilla de riqueza literaria. Sin em­bargo, los musulmanes cuando ocuparon aquella ciudad, arrojaron al fuego todos los libros de la biblioteca argumentando: o consienten con el corán (libro santo de los musulmanes) o no consienten con él. En el primer caso son superfluos, en el segundo malos.

Hay en realidad un libro de que se podría afir­mar la preeminencia que los secuaces de Mahoma atribuyen al coran. Es la Sagrada Escritura. Por tanto ya León XIII concedió indulgencias a los que leen la Sagrada Escritura: una indulgencia de 300 días para la lectura de quince minutos y una indulgencia plenaria a los que durante un mes observen tan provechosa práctica. Pío X no desea más que la lectura diaria de la palabra de Dios. Benedicto XV repite la misma intimación en la Encíclica llamada de San Jerónimo del 15 de Sept. de 1920: “Toda familia debe acostum­brarse a leerlo y usarlo (el Nuevo Testamento) todos los días.”

V. Leamos la Sagrada Escritura en la familia.

“Donde dos o tres se hallan congregados en mi nombre, allí me hallo yo en medio de ellos.” (Mat. 18, 20). Estas palabras del Señor, además de verificarse constantemente en la comunidad de la Iglesia, siguen cumpliéndose donde quiera que dos o tres se reúnen en nombre de Jesús para la lectura común de la Biblia en la familia. ¡Qué aspecto tan hermoso! El padre, rodeado de sus hijos, leyendo en voz alta el Evangelio, y añadiendo algunas anotaciones que el sentimiento religioso y la responsabilidad paterna le dictan!

La familia que diariamente se reúne pura la lectura de la Biblia, es un pilar del temor de Dios, un fuerte fundamento de la vida religiosa y un dique contra las ideas perversas. “¡Que no haya ninguna familia sin el Nuevo Testamento”. Este deseo de Benedicto XV sea para nosotros un precepto. Tan pronto como las familias se pongan a leer la Biblia, el mundo se cambiará, porque de la familia inspirada en la doctrina del Evangelio, surge el renacimiento de la humani­dad, así como la regeneración del cuerpo procede de la célula.

VI. Siete consejos para los lectores de la Sagrada Escritura.

1° Antes de leer, recoge tus pensamientos. Dios, la verdad eterna quiere dialogar contigo fami­liarmente. ¿Hay un honor más alto que conver­sar con Dios?
2° Luego pide al Espíritu Santo la gracia de entender su Palabra. Piensa que el sacerdote antes de leer el Evangelio de la misa, está obli­gado a rezar el “Munda”, el “limpia mi corazón y mis labios”.
3° No leas demasiado de una vez. La Sagrada Escritura no es una novela. Dios no habla por la multitud de palabras sino más bien mediante la fuerza del espíritu, infusa en las palabras de la Sagrada Escritura.
4° Después de leer hay que meditar los ver­sículos leídos. En otras palabras: no sólo estudiar el contenido sino prestar los oídos a las inspira­ciones de Dios.
5° Cuando no comprendas lo que lees, consulta las notas añadidas, los comentarios o a un sacer­dote. La Iglesia, y no el lector, es intérprete de la Sagrada Escritura. (Nota de CATOLICIDAD: Por ello se recomienda la Biblia Comentada de Mons. Straubinger -haz click AQUÍ-, enriquecida con múltiples notas a pie de página con la explicación e interpretración católica).
6° Acaba la lectura con una oración y acción de gracias por las ilustraciones que Dios te ha regalado.
7° Escribe en un cuaderno cuanto quieras gra­bar en la memoria para leerlo repetidas veces. Así se aumenta la eficacia de la Palabra de Dios.

VII. Pongamos el hacha en la raíz.

¿Qué es lo que debemos hacer? preguntaba la gente que salía a Juan el Bautista (Luc. 3, 10). ¿Qué exige de nosotros la situación religiosa de nuestro tiempo y país? “La segur”, responde el Bautista, “está ya puesta en la raíz de los árboles. Así que todo árbol que no da buen fruto, será cortado y arrojado al fuego.” (Luc. 3, 9). Hoy también la gente va a buscar “la salud de Dios.” (Luc. 3, 6). El gran predicador del Jordán necesita sucesores que sin cesar proclamen lo que “la voz en el desierto” proclamaba: “Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas.” (Luc. 3, 4). Voz en el desierto son todos aquellos que tratan de difundir la palabra de Dios transmitida en la Sagrada Escritura.

Dios, quien es el inspirador de toda actividad fecunda, conduzca nuestros pasos, a fin de que de la lectura cotidiana del Evangelio nazcan siempre más beneficios para nuestra alma y para la patria; y que así vaya a cumplirse el dicho del apóstol: Toda escritura inspirada de Dios es propia para enseñar, para convencer, para corre­gir, para dirigir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, y esté apercibido para toda obra buena. (II. Tim. 3, 16-17).

Mons. Dr. Juan Straubinger.
Profesor de Sagrada Escritura.

No cualquier versión de la Biblia es correcta, aunque se diga "católica". Ver video AQUÍ -haz click-.

MASONERÍA EN LA IGLESIA

LOS TRES GRANDES DE LA PINTURA BARROCA DE MÉXICO

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Pintor: Cristóbal de Villalpando (aunque el video se la atribuye erróneamente a Juan Correa).
Puede verse la firma del primero en la parte inferior de la pintura.

El arte barroco se caracteriza por ser religioso, como lo podemos encontrar en catedrales, templos, palacios, capillas, ayuntamientos y casonas en algunas ciudades mexicanas.

Algunos de los grandes pintores del periodo Barroco Mexicano son:
°Juan Correa (no confundir con Juan Correa de Vivar, pintor español)
°Miguel Cabrera
°Cristóbal de Villalpando



¿SE PUEDE CURAR LA HOMOSEXUALIDAD?

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Gerard J. M. Van Den Aardweg

Por GERARD J. M. VAN DEN AARDWEG

Gerard J. M. Van Den Aardweg es un acreditado psicólogo holandés, catedrático desde hace más de treinta años, casado, padre de siete hijos, que ha dictado cursos en Estados Unidos, Canadá y Brasil. Autor de numerosos libros, ensayos y artículos sobre la homosexualidad (tema en el que es un especialista y al que ha dedicado años de estudio), aborda en este artículo las causas y las posibles soluciones.

Homosexualidad es la atracción sexual hacia personas del propio sexo. En cromosomas, hormonas sexuales y constitución física los homosexuales son normales. Hubo un tiempo, el de Freud, en que se pensó que se debía a factores hereditarios, pero esta hipótesis hoy ha sido científicamente desechada. Los homosexuales son biológicamente normales, lo que no es normal es el ejercicio de la homosexualidad. Es de advertir que el homosexual tiene instintos heterosexuales; lo que ocurre es que se le bloquean por alguna razón, que puede ser un complejo de inferioridad. Quienes de verdad se empeñan en luchar contra ese complejo, aun en casos de transexualidad, en uno o dos años acaban con sus obsesiones. Para dar la impresión de normalidad, hay quien asegura que quizá uno de cada cinco hombres tiene «tendencias» homosexuales, pero las estadísticas lo desmienten y ponen de manifiesto que en realidad no pasan de un uno o dos por ciento.

El movimiento mundial para la emancipación de los homosexuales trata de eludir cuestiones fundamentales, se sirve de medias verdades y de falsedades totales y maneja el concepto de discriminación para suscitar compasión. Hace del homosexual una víctima.

UNA CAUSA: LA FALTA DE MADUREZ

En la pubertad, puede tratarse de un fenómeno transitorio. Hay casos en que la homosexualidad arraiga en los primeros años de juventud. Este hecho ha llevado a algunos a pensar que no tiene sentido procurar desarraigarla. La teoría más en boga es que la homosexualidad se basa en una perturbación del llamado «sentido de identidad sexual». La realidad demuestra que los homosexuales están afectados no sólo en su faceta sexual, sino en todo su mundo emotivo. Su vida emotiva coincide mucho, por ejemplo, con la de tipo ansioso, compulsivo o depresivo, caracterizada por depresiones, nerviosismo, problemas relacionales y psicosomáticos. No son capaces, en determinados aspectos de su vida emotiva, de madurar y de ser adultos y, pese a querer aparentar jovialidad y alegría no son felices interiormente. La causa no está en la discriminación de la que se quiere acusar a la sociedad que les haría «víctimas» de ella, sino en fuerzas que actúan en el interior mismo de los interesados (...)

¿SE PUEDE CURAR LA HOMOSEXUALIDAD?

Mucha gente no sabe que la génesis psíquica de esta condición sexual carece en absoluto de misterio y que su terapia es posible. El método que he utilizado consta de dos partes: la primera consiste en hacer adquirir al interesado una visión clara de la propia identidad y de su propio mundo afectivo; la segunda, en afrontar esa situación. Llevamos a las personas a reírse de sí mismas (el humorismo puede ser muy saludable) y a la adquisición de hábitos positivos: valentía, honestidad consigo mismo, autodisciplina, capacidad de amar a los demás; así, hasta lograr que el homosexual pierda sus hábitos neuroinfantiles.

Es esencial neutralizar la autoconmiseración crónica. Es obligado decir que:

- En un treinta por ciento de los casos, la curación es completa: acaban desarrollando actitudes y hábitos sexuales normales y afectivos y una vida emotiva adulta. Por supuesto, una curación sólo sexual no sería una curación completa.

- Otro treinta por ciento de personas cambia más o menos gradualmente, pierde sus obsesiones homosexuales y asume una actitud emotiva nueva, aunque no lo suficiente para poder hablar de curación completa.

- Hay otros que progresan con extremada lentitud por su estado neurótico grave, pero también éstos, si son ayudados por una asistencia y un tratamiento constructivos, adquieren fuerza y coraje y poco a poco van perdiendo sus depresiones, nerviosismos y ansiedades.

RESPONSABILIDAD DE LOS EDUCADORES

Los complejos homosexuales se pueden evitar educando a un muchacho como muchacho y a una chica como tales. No se pueden intercambiar y mezclar las cosas. Una total identificación, la total identidad de roles que quiere cierto feminismo exacerbado es absurda. Los sacerdotes y educadores tienen un papel importantísimo cuando aportan al crecimiento psicológico una contribución mucho mayor de la que a veces son conscientes. Cuidado con creer que todo «amor» es bueno; hay formas de amor compasivas y neuróticas que revelan una personalidad dividida en sí misma y que necesitan una guía moral firme y segura. Los pacientes que viven su fe de manera positiva tienen las mayores esperanzas de un cambio radical en su homosexualidad: ésta es mi experiencia de años.

El problema de la homosexualidad es presentado en una injustificada atmósfera de fatalismo. La homosexualidad sigue siendo vista por la mayoría de la gente a la luz de prejuicios e ideas preconcebidas, infundadas y superadas de las que, por desgracia, no están ausentes profesionales (médicos, sociólogos, psicólogos, sacerdotes, periodistas). Si a ello añadimos la falta de puesta al día de la Psiquiatría y de la Psicología, se crea una situación de la que se aprovecha la estrategia de la emancipación de homosexuales militantes, flanqueada por el «establishment progre» occidental que pretende hacer creer que la homosexualidad es una variante normal de la sexualidad humana, que homosexual se nace y que no se puede cambiar. A todos ellos no les vendría mal una mejor información.

LA FALACIA DE LA RESIGNAClÓN

Los responsables mejoran poco a poco las situaciones concretas. Hay directores espirituales que animan correctamente a los homosexuales a vivir la castidad y el dominio de sí mismos, pero de hecho consideran que es imposible desarraigarla. Es muy equivocada la actitud de no pocos hombres de Iglesia que, de buena fe, pero víctimas probablemente de la escasa difusión de las experiencias terapéuticas, consideran que el mejor modo de ayudar a los homosexuales es enseñarles la resignación y la aceptación del sacrificio que supone su situación, en lugar de animarles y ayudarles a salir de ella, con paciencia y perseverancia.

Además de ignorancia, demuestran ingenuidad, ya que es dificilísimo, por no decir casi imposible, convivir con las propias tendencias homosexuales sin dejarse arrastrar por ellas. El camino de la curación de los homosexuales no pasa por la compasión y mucho menos por la aceptación de su situación como «normal». Es impresionante y doloroso constatar cuántos médicos, terapeutas, sacerdotes, psicólogos ignoran el deseo de cambiar que tienen muchas personas con tendencias homosexuales. La afectividad desviada no es más que un aspecto de una personalidad inmadura. La terapia debe apuntar a enseñar al paciente a reconocer y combatir toda una gama de expresiones de ego-centrismo infantil, de temores, complejos de inferioridad, reacciones consolatorias, afectaciones y autocompasiones. En la esfera afectiva crecemos cuanto mayor es la confianza en nosotros mismos como hombres o como mujeres con plenitud y felicidad. Un psiquiatra holandés que militaba en el movimiento de emancipación homosexual cuenta la curación de una lesbiana gracias a un sacerdote dotado de buen sentido psicológico, que le dijo: «¡Si es que tú te has quedado en cuando eras una niña ... ! ». Su proceso de cambio duró un tiempo, pero acabó reconociendo ante el psiquiatra que su problema había desaparecido «como una pierna amputada, que no vuelve».

Ver también (haz click):  SAN PABLO CONTRA LA HOMOSEXUALIDAD
Fuente: Mundo
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¿ADOPCIONES "GAY"?, ¿CUÁNDO SE INSTAURARÁ "EL DÍA DEL HIPÓCRITA" PARA FELICITAR A UNOS CUANTOS?

NINGÚN CIENTÍFICO HA CREADO VIDA. DESMIENTEN FALSA NOTICIA.

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Aclaración a la noticia “científicos han creado vida”




El viernes 28 de la semana pasada los medios nos inundaron con la espectacular noticia de que un grupo de científicos había logrado “crear vida” en un laboratorio. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Los católicos debemos desconfiar de los medios seculares por principio, porque tienen un claro prejuicio anti-cristiano. Y en materia científica sabemos que parten de la postura filosófica del naturalismo; es decir, descartan categóricamente la intervención divina en el mundo físico.
Esta noticia no es solamente un ejemplo más de sensacionalismo periodístico, sino una muestra de la soberbia humana. El hombre jamás creará vida en el sentido auténtico, porque sólo Dios es “Señor y dador de vida”, como rezamos en el Credo. Lo que realmente han hecho estos científicos es poca cosa, comparado con “crear vida”. Para que el lector tenga una idea, es como si anuncio a bombo y platillo que un mono ha logrado construir una casa, cuando lo único que ha hecho es formar un ladrillo, con la ayuda de su cuidador. Sí, las casas se construyen con ladrillos, ¡pero hay un trecho entre tener un ladrillo y tener una casa!
Una lectora de Tradición Digital, profesora de Biología Molecular, nos ha mandado esto:
Científicos crean vida artificial con un cromosoma de la levadura del pan 
¿Y quién creo al cromosoma de la levadura? Con lo cual no lo sacaron de la nada, sino que la copiaron de lo que Dios ha creado ya en la naturaleza. El titular sensacionalista de la noticia es falso. Y sigue el juego de palabras del investigador: “Hemos creado una versión modificada de una secuencia de cromosoma natural. Se trata de una versión sintética de la versión nativa”. Es decir, no han creado nada, sino copiado y además modificándolo del original, pero hasta cierto punto que no se distancie del patrón mínimo aceptable para funcionar en la célula nativa. Todo lo que se ha podido fabricar hasta ahora es un cromosoma artificial solamente a) porque tenían un conocimiento externo previo, acumulado tras décadas de investigaciones (errores y aciertos) y b) copiando de otro preexistente creado por Dios. Una cosa es construir un cromosoma con elementos preexistentes y otra es crear vida de la nada, como lo hizo Dios, infundiendo en ellas leyes químicas para que se renueven siempre siguiendo el patrón (ADN) de sus antecesores, y el que se distancie de este patrón es eliminado (no sobrevive).

Las portadas de los periódicos no usan de prudencia ni de rigor científico a la hora de elaborar titulares de ciencia. No se ha creado en absoluto vida artificial. De ninguna manera se ha creado vida a partir de constituyentes químicos -no solo basta con sintetizar un cromosoma, sino todos los demás del genoma, los elementos de la propia célula (levadura), sus organelos y proteínas necesarias para que el ADN y la misma célula, juntarlos todos para que funcionen correctamente, como ya ocurre naturalmente en todos los organismos de la Creación.

Con la soberbia del hombre actual de querer ser como Dios va en aumento, y el padre de la soberbia y de la mentira es el Diablo, a quien ha sido dado gran poder en este tiempo actual de Apostasía y tinieblas, puede que se logre construir células por métodos artificiales algún día, pero siempre a partir de los conocimientos que se descubren acerca de lo que ya puso Dios en la naturaleza. Y esto aún no ha sido logrado. Dada la ignorancia científica generalizada, aun en los medios académicos, noticias de ciencia como estas engañan a la gente, haciéndola pensar que ya el hombre criatura se ha hecho como Dios Creador. 

EJEMPLAR MADRE NEOYORKINA ELIGE LA VIDA DE SU BEBÉ SOBRE LA SUYA

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"LA MUJER SE SALVARÁ ENGENDRANDO HIJOS, SI CON MODESTIA PERMANECE EN FE Y AMOR Y SANTIDAD" 1Tm.2: 15
  -Lo anterior incluye la maternidad espiritual también-


Nueva York, EUA. (Agencias) 31 de marzo de 2014.- Elizabeth Joice, de 36 años, renunció a un tratamiento de quimioterapia contra el cáncer para continuar con su embarazo y no perjudicar al bebé, pero falleció a las pocas semanas de dar a luz.

La vida de Elizabeth será inmortalizada en el documental 40 semanas, dirigido por Christopher Henze, en el que se recordará la historia de cómo renunció a un tratamiento contra el cáncer para continuar con su embarazo, falleciendo días después de dar a luz.

La historia comienza en Nueva York, cuando Elizabeth se enteró de la enfermedad que padecía cuando llevaba dos años de noviazgo con Max. Deprimida por la noticia no tenía ánimo de luchar por su vida, aunque finalmente decidió que debería hacerlo cuando Max le pidió que se casase con él. Ella aceptó y contrajeron matrimonio.
Después de un proceso de tratamiento que incluyó cuatro sesiones de quimioterapia, cirugía y quimioterapia adicional para asegurarse de que el tumor se había ido, Elizabeth se consideró libre de cáncer. Durante los próximos tres años, permaneció sana y todo hacía pensar que estaba recuperada del cáncer de pulmón, pero ocurrió todo lo contrario, el tumor se había reproducido y simultáneamente se entera que espera un bebé, algo que siempre había ansiado.

Elizabeth fue sometida a una segunda operación, pero decidió renunciar a someterse a las resonancias y a la quimioterapia para no perjudicar al bebé que estaba esperando.

A los nueve meses la pareja dio la bienvenida a Lily Anne Joice, una bebé completamente sana, pero lamentablemente ya era demasiado tarde para intentar luchar contra el cáncer de Elizabeth, que se le había extendido por todo el cuerpo. Aunque luchó por mantenerse con vida, a las dos semanas del parto falleció.

Su esposo Max publicó a través de YouTube un video paraque todo el mundo conozca la ejemplar historia de su esposa, quien dio su vida para ser madre.



SIN IGLESIA CATÓLICA NO HAY BIBLIA

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“No creería en el Evangelio, si no fuera por la autoridad de la Iglesia Católica que me lo ordena”: San Agustín.


            Hay ocasiones que me da un poco de impaciencia al leer algunos post donde los foristas dicen: “A ver con la Biblia en la mano, díganme donde dice esto o donde dice aquello”.

            No pretendo con esto desacreditar o menoscabar el contenido de la Biblia, pero me gustaría hacer una pregunta a todos aquellos que vienen con esa frase, si algún día me responden creo que me daré por satisfecho.

            Pues bien, ahí les va: ¿Dónde dice la Biblia que todo su contenido es Palabra de Dios? ¿Cuál es el fundamento que utilizan para dar uso a la Biblia?

            ¿Ustedes creen que la Biblia es Palabra de Dios por el mismo motivo que lo creo yo? Porque si creen por el mismo motivo, entonces están aceptando que la Iglesia católica es la Iglesia verdadera fundada por Jesucristo y que tiene autoridad infalible para determinar qué libros son inspirados por Dios y cuáles no. En tal caso:  ¡bienvenidos al catolicismo!

            Por ahí me causa gracia cuando muchos protestantes vienen con ese fundamento de "dónde dice la Biblia que" (refiriéndose a determinada doctrina)…,  y sin embargo creen en la Divina Trinidad, y dicha palabra no aparece en las Sagradas Escrituras.

           ¿ Cómo pueden ellos probar el principio de la sola fide y sola scriptura si eso tampoco se encuentra en la Biblia? ¿Cómo pueden probar ellos que todos los libros que se encuentran en la Biblia son de inspiración divina? ¿Cómo pueden decirme que ellos pueden interpretar la Biblia por la inspiración que les da el Espíritu Santo cuando el mismo Satanás usó la Ley para tentar a Jesús? Con los argumentos expuestos ellos caen en un fideísmo ciego, es decir, creen sin poder demostrar absolutamente nada.

            Con el criterio que tanto los protestantes como los testigos de Jehová usan podríamos decir que tanto el Corán, los Libros Vedas o hasta el Kamasutra o los escritos de cualquier loco es palabra de Dios.

            No se dan cuenta acaso que caen en una contradicción al decir que toda la Biblia es Palabra de Dios y que solo se debe creer lo que dice la Biblia siendo que en la Biblia no dice nada al respecto?

            Pregunto: ¿Acaso dice la Biblia en algún apartado especial cuáles son los libros que son inspirados por Dios y cuáles no?

            Seguramente muchos saldrán con el texto: “toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia (2Tim 3,16)”, pero dicho texto no aclara cuales son los límites y cuales escrituras, a que libros se refiere. Pregunto: ¿Cómo podría saber San Pablo los libros que compondrían la Biblia actual?

            Algunos me dirán que saben que la Biblia es Palabra de Dios por el efecto que les produce, o porque al abrir la Biblia en cualquier lugar encuentran la Palabra que ellos estaban necesitando, pero ahí mismo están cayendo en una contradicción, ya que en ninguna parte de la Biblia dice que su lectura nos hará sentir especiales o que Dios se comunicaría con nosotros al abrir la Biblia al azar.

            Siempre se le critica al católico que los dogmas, que el magisterio o que el catecismo es “un invento de los hombres” ya que eso no se encuentra en la Biblia. ¿Es que acaso no leyeron la Biblia que tanto defienden?

Ésta dice: "Hay, además de éstas, otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales, si se escribiesen una por una, ni en todo el mundo creo que cabrían los libros que se escribieran" (Jn 21,25).

"Muchas cosas tenía que escribirte, mas no quiero escribirte con tinta y pluma; mas espero verte pronto, y hablaremos de viva voz" (3Jn 13-14).

"Lo que oíste de mí, garantizado por muchos testigos, esto confíalo a hombres fieles, quienes sean idóneos para enseñar a su vez a otros" (2Tim 2,2)

"Os recomendamos, hermanos, en el hombre de nuestro Señor Jesucristo, que os retraigáis de todo hermano que ande desconcertadamente y no según la tradición que recibieron de nosotros" (2Tes 3,6).

Vemos en este último versículo que San Pablo se está refiriendo que los primeros creyentes debían regirse por la tradición que recibieron de los apóstoles y da la casualidad que la Iglesia Católica basa todos sus dogmas y su doctrina en la tradición y sucesión apostólica y la enseñanza de los Padres de la Iglesia que vivieron en una fecha muy cercana a los apóstoles y en algunos casos fueron discípulos de ellos.

Hasta donde yo sé, Jesús en ningún lado nos mandó a repartir Biblias o a leer la Biblia e interpretarla cada uno a su manera o por “inspiración del Espíritu Santo”, sino que dijo: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad la Buena Nueva a toda la creación. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” (Mc 16,15-16). Claramente Jesús se está refiriendo que serán salvos los que creyeren en la predicación de los apóstoles y esto es lo que hasta el día de la fecha viene haciendo la Iglesia Católica.

Asimismo, San Pedro nos advierte sobre la interpretación que muchos hacen de la Escritura sin la debida orientación del Magisterio de la Iglesia: “…en las cuales [epístolas] hay algunas cosas difíciles de entender, las cuales los indoctos y poco asentados tuercen, lo mismo que las demás escrituras, para su propia perdición” (2Pe 3,16).

"Pero, ante todo, tened presente que ninguna profecía de la Escritura puede interpretarse por cuenta propia" (2Pe 1,20)

            Si según el principio protestante de que es el Espíritu Santo quien los inspira al momento de interpretar la Biblia y cada cual interpreta de un mismo versículo una cosa diferente, que impide que a la Iglesia Católica el Espíritu Santo le haya inspirado las cosas que enseña?

            ¿Acaso Lutero no tradujo –o sea, interpretó– y enseñó sus interpretaciones al legar a sus fieles su versión de la Biblia? ¡Cierto que lo hizo, incluso anulando pasajes que a él no le parecían inspirados! Y si Lutero podía ser maestro de los demás ¿con qué derecho se quita esta autoridad a los obispos, papas y sacerdotes católicos pero se concede al cuerpo de ancianos y pastores? Me parece que ésta es una variante de la ley de “la regla para ti, y no hay regla para mí”.

            Los protestantes y los testigos de Jehová niegan que la Iglesia Católica sea infalible, pero luego aceptan que cada uno de ellos es infalible en su interpretación de la Biblia. Si ellos son infalibles, ¿por qué no puede ser infalible el Papa?

            Para finalizar, quisiera recordarles las preguntas que formulé al principio:

¿Dónde dice la Biblia que todo su contenido es Palabra de Dios?
¿Cuál es el fundamento que utilizan para dar uso a la Biblia?

Fuente: Foro Univisión
DESARROLLO DEL CANON DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS 


¿Quién estableció la lista de los libros que forman parte de la Biblia?
¿Por qué reconocemos el Evangelio de Juan y no el de Judas?


Veamos un poco de historia...
Por el año 605 Antes de Cristo, el Pueblo de Israel sufrió una dispersión o, como se le conoce bíblicamente, una "diáspora". El rey Nabucodonosor conquistó Jerusalén y llevó a los israelitas cautivos a Babilonia, comenzando la "Cautividad de Babilonia” (cf. 2 Reyes 24,12 y 2 Reyes 25,1).

Pero no todos los israelitas fueron llevados cautivos, un "resto" quedó en Israel (cf. 2 Reyes 25,12; 2 Reyes 25,22; Jeremías 40,11; Ezequiel 33,27). También un número de Israelitas no fueron cautivos a Babilonia sino que fueron a Egipto (cf. 2 Reyes 25,26; Jeremías 42,14; Jeremías 43,7).

El rey Ciro de Persia conquistó Babilonia (cf. 2 Crónicas 36,20; 2 Crónicas 36,23) y dio la libertad a los israelitas de regresar a Israel, terminando así su esclavitud. Algunos regresaron a Palestina (cf. Esdras 1,5; 7,28 y Nehemías 2,11) pero otros se fueron a Egipto, estableciéndose, en su mayoría, en la ciudad de Alejandría (fundada por Alejandro Magno en el 322 a.C, que contaba con la biblioteca más importante del mundo en esa época). Así que los judíos estaban disgregados aun después del fin del cautiverio, unos en Palestina y otros en la diáspora, sobre todo en Alejandría. En el tiempo de los Macabeos había mas judíos en Alejandría que en la misma Palestina (cf. 1 Macabeos 1,1)

La Traducción de los Setenta (Septuagésima)

En el siglo III antes de Cristo, la lengua principal de Alejandría, como en la mayor parte del mundo civilizado, era el griego. El hebreo cada vez se hablaba menos, aun entre los judíos (Jesús y sus contemporáneos en Palestina hablaban arameo)Por eso había una gran necesidad de una traducción griega de las Sagradas Escrituras.

La historia relata que Demetrio de Faleron, el bibliotecario de Plotomeo II (285-246 a.C.), quería unas copias de la Ley Judía para la Biblioteca de Alejandría. La traducción se realizó a inicios del siglo tercero a.C. y se llamó la Traducción de los Setenta (por el número de traductores que trabajaron en la obra). Comenzando con la Torá, tradujeron todas las Sagradas Escrituras, es decir todo lo que es hoy conocido por los católicos como el Antiguo Testamento. Introdujeron también una nueva organización e incluyeron Libros Sagrados que, por ser más recientes, no estaban en los antiguos cánones pero eran generalmente reconocidos como sagrados por los judíos. Se trata de siete libros, llamados hoy deuterocanónicos.

El canon de los Setenta (Septuagésima) contiene los textos originales de algunos de los deuterocanónicos (Sabiduría y 2 Macabeos) y la base canónica de otros, ya sea en parte (Ester, Daniel y Sirac) o completamente (Tobit, Judit, Baruc y 1 Macabeos).

El canon de la Septuagésima (Alejandrino) es el que usaba Jesucristo y los Apóstoles

El canon de Alejandrino, con los siete libros deuterocanónicos, era el más usado por los judíos en la era Apostólica. Este canon es el utilizado por Cristo y los escritores del Nuevo Testamento. 300 de las 350 referencias al Antiguo Testamento que se hacen en el Nuevo Testamento son tomadas de la versión alejandrina. Por eso no hay duda de que la Iglesia apostólica del primer siglo aceptó los libros deuterocanónicos como parte de su canon (libros reconocidos como Palabra de Dios). Por ejemplo, Orígenes, Padre de la Iglesia (+254), afirmó que los cristianos usaban estos libros aunque algunos líderes judíos no los aceptaban oficialmente.

Los judíos establecen un nuevo canon después Cristo

Al final del primer siglo de la era cristiana, una escuela judía hizo un nuevo canon hebreo en la ciudad de Jamnia, en Palestina. Ellos querían cerrar el período de revelación siglos antes de la venida de Jesús, buscando así distanciarse del cristianismo. Por eso cerraron el canon con los profetas Esdras (458 a.C.), Nehemías (445 a.C.), y Malaquías (433 a.C.). Por lo tanto dejaron fuera del canon los últimos siete libros reconocidos por el canon de Alejandrino.

Pero en realidad no hubo un "silencio bíblico" (una ausencia de Revelación) en los siglos precedentes al nacimiento de Jesús. Aquella era la última etapa de revelación antes de la venida del Mesías. Los judíos reconocían el canon alejandrino en tiempo de Jesús. Por eso la Iglesia siguió reconociéndolo.

De esta forma surgieron dos principales cánones del Antiguo Testamento:

1: El canon Alejandrino: Reconocido por los judíos en la traducción de los Setenta al griego. Este canon es el más utilizado por los judíos de tiempo de Cristo y por los autores del Nuevo Testamento. Este canon contiene los libros "deuterocanónicos" y es el reconocido por la Iglesia Católica.

2: El canon de Jamnia: Establecido por judíos que rechazaron el cristianismo y por lo tanto quisieron distanciar el período de revelación del tiempo de Jesús. Por eso rechazaron los últimos 7 libros reconocidos por el canon alejandrino.

XV siglos después de Cristo, Lutero rechaza el canon establecido por la Iglesia primitiva y adopta el canon de Jamnia. Este es el canon que aceptan los Protestantes.


La Vulgata de San Jerónimo

La primera traducción de la Biblia al latín fue hecha por San Jerónimo y se llamó la "Vulgata" (año 383 AD). El latín era para entonces el idioma común en el mundo Mediterráneo. San Jerónimo en un principio tradujo del texto hebreo del canon de Palestina. Por eso no tenía los libros deuterocanónicos. Esto produjo una polémica entre los cristianos de aquel tiempo. En defensa de su traducción, San Jerónimo escribió: "Ad Pachmmachium de optimo genere interpretandi", la cual es el primer tratado acerca del arte de traducir. Por eso se le considera el padre de esta disciplina. Ahí explica, entre otras cosas, el motivo por el cual considera mejor traducir directo del hebreo. San Jerónimo no rechazó los libros deuterocanónicos. La Iglesia aceptó su traducción con la inclusión de los libros deuterocanónicos. Por eso la Biblia Vulgata tiene los 46 libros.

La Iglesia establece el Canon de la Biblia

Es importante entender que la Iglesia fundada por Cristo precede al Nuevo Testamento. Es la Iglesia la autoridad que establece el canon de la Biblia y su correcta interpretación y no al revés, como creen algunos Protestantes. Cuando en el N.T. habla de las "Escrituras" se refiere al A.T. El nombre de "Nuevo Testamento" no se usó hasta el siglo II.

Con el tiempo, un creciente número de libros se presentaban como sagrados y causaban controversia. Entre ellos muchos eran de influencia gnóstica. Por otra parte, algunos, como los seguidores de Marción, rechazaban libros generalmente reconocidos por los Padres. La Iglesia, con la autoridad Apostólica que Cristo le dio, definió la lista (canon) de los Libros Sagrados de la Biblia.

Los concilios de la Iglesia Católica - el Concilio de Hipo, en el año 393 A.D. y el Concilio de Cartago, en el año 397 y 419 A.D., ambos en el norte de África - confirmaron el canon Alejandrino (con 46 libros para el Antiguo Testamento) y también fijaron el canon del Nuevo Testamento con 27 libros.

Para reconocer los libros del Nuevo Testamento los Padres utilizaron tres criterios:

1- que fuesen escritos por un Apóstol o su discípulo.
2- que se utilizara en la liturgia de las iglesias Apostólicas. Ej. Roma, Corintio, Jerusalén, Antioquía, etc.
3- que estuviera en conformidad con la fe Católica recibida de los Apóstoles.

Al no satisfacer estos criterios, algunos evangelios atribuidos a los Apóstoles (ej. Ev. de Tomás, Ev. de Pedro) fueron considerados falsos por la Iglesia y rechazados. Por otra parte fueron aceptados libros (ej. Evangelio de San Juan y Apocalipsis) que por largo tiempo habían sido controversiales por el atractivo que ejercen en grupos sectarios y milenaristas.

La carta del Papa S. Inocencio I en el 405, oficialmente recoge el canon ya fijo de 46 libros del A.T. y los 27 del N.T. El Concilio de Florencia (1442) confirmó una vez más el canon, como lo hizo también el Concilio de Trento.

A la Biblia Protestante le faltan libros

En el 1534, Martín Lutero tradujo la Biblia al alemán. Pero rechazó los últimos siete libros del A.T. porque estos contradecían sus nuevas doctrinas. Por ejemplo, al quitar los libros de Macabeos, le fue mas fácil negar el purgatorio ya que 2 Macabeos 12, 43-46 da por supuesto que existe una purificación después de la muerte. Lutero dice que Macabeos no pertenece a la Biblia. Sin embargo Hebreos 11,35 (Nuevo Testamento) hace referencia a 2 Macabeos: "Unos fueron torturados, rehusando la liberación por conseguir una resurrección mejor". Los únicos en el Antiguo Testamento a quienes se aplica este pasaje es a los mártires macabeos, que fueron torturados por conseguir la resurrección (2 Mac. 7:11, 14, 23, 29, 36).

¡Lutero consideró conveniente optar por el canon de Jamnia que los judíos habían establecido para distanciarse del cristianismo!. Lo prefirió a pesar que le faltaban libros que Jesús, los Apóstoles y la Iglesia desde el principio habían reconocido (ver arriba). Agrupó los libros que quitó de la Biblia bajo el título de "apócrifos", señalando: "estos son libros que no se tienen por iguales a las Sagradas Escrituras y sin embargo son útiles y buenos para leer".

Lamentablemente Lutero propagó sus errores junto con su rebelión. Por esa razón a la Biblia Protestante le faltan 7 libros del AT. Los consideran libros que ellos llaman "apócrifos".

Tobías
Judit
Ester (protocanónico con partes deuterocanónicas)
Daniel (protocanónico con partes deuterocanónicas)
I Macabeos
II Macabeos
Sabiduría
Eclesiástico (también llamado "Sirac")
Baruc

Lutero no solo eliminó libros del Antiguo Testamento sino que quiso eliminar algunos del Nuevo Testamento e hizo cambios en el Nuevo Testamento para adaptarlo a su doctrina.

Martín Lutero había declarado que la persona se salva sólo por la fe (entendiendo la fe como una declaración legal), sin necesidad de poner la fe en práctica por medio de obras. Según él todas las doctrinas deben basarse solo en la Biblia, pero la Biblia según la acomoda e interpreta él. Por eso llegó incluso a añadir la palabra "solamente" después de la palabra "justificado" en su traducción alemana de Romanos 3, 28. También se refirió a la epístola de Santiago como epístola "de paja" porque esta enseña explícitamente: "Veis que por las obras se justifica el hombre y no sólo por la fe". (Ver: Fe y obras; Estado actual del diálogo Católico-Luterano al respecto)

Lutero además se tomó la libertad de separar los libros del Nuevo Testamento de la siguiente manera:

  • Libros sobre la obra de Dios para la salvación: Juan, Romanos, Gálatas, Efesios, I Pedro y I Juan
  • Otros libros canónicos: Mateo, Marcos, Lucas, Hechos, el resto de las cartas de Pablo, II Pedro y II de Juan
  • Los libros no canónicos: Hebreos, Santiago, Judas, Apocalipsis y libros del Antiguo Testamento.
Gracias a Dios, los Protestantes y Evangélicos tienen los mismos libros que los católicos en el Nuevo Testamento porque no aceptaron los cambios de Lutero para esta parte del canon. Pero se encuentran en una posición contradictoria: Reconocen el canon establecido por la Iglesia Católica para el Nuevo Testamento (los 27 libros que ellos tienen) pero no reconocen esa misma autoridad para el canon del A.T.

Es interesante notar que la Biblia Gutenberg, la primera Biblia impresa, es la Biblia latina (Vulgata), por lo tanto, contenía los 46 libros del canon alejandrino.

El reformador español, Casiodoro de Reina, respetó el canon católico de la Biblia en su traducción, la cual es considerada una joya de literatura. Pero luego Cipriano de Valera quitó los deuterocanónicos en su versión conocida como Reina-Valera.

Posición de la Iglesia Anglicana

Según los 39 Artículos de Religión de la Iglesia de Inglaterra (1563), los libros deuterocanónicos pueden ser leídos para "ejemplo de vida e instrucción de costumbres", pero no deben ser usados para "establecer ninguna doctrina" (Artículo VI). Consecuentemente, la Biblia, versión "King James" (1611) contenía estos libros entre el N.T. y el A.T. Pero Juan Lightfoot (1643) criticó este orden alegando que los "malditos apócrifos" pudiesen ser así vistos como un puente entre el A.T. y el N.T. La Confesión de Westminster (1647) decidió que estos libros, "al no ser de inspiración divina, no son parte del canon de las Escrituras y, por lo tanto, no son de ninguna autoridad de la Iglesia de Dios ni deben ser en ninguna forma aprobados o utilizados más que otros escritos humanos."

El Concilio dogmático de Trento confirma el Canon

La Iglesia Católica, fiel a la encomienda del Señor de enseñar la verdad y refutar los errores, definió solemnemente, en el Concilio de Trento, en el año 1563, el canon del Antiguo Testamento con 46 libros siguiendo la traducción griega que siempre habían utilizado los cristianos desde el tiempo apostólico. Enseñó que los libros deuterocanónicos deben ser tratados "con igual devoción y reverencia". Esto fue una confirmación de lo que la Iglesia siempre enseñó. Esta enseñenza está plenamente vigente y seguirá así hasta el final del mundo. 


Fuente: Corazones org.

ANACLETO GONZÁLEZ FLORES. A 87 AÑOS DEL MARTIRIO DE ESTE MEXICANO EJEMPLAR.

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Fue asesinado por el gobierno masónico el 1o. de abril de 1927

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